domingo, 29 de abril de 2012

A propósito de un libro sobre Fuentespreadas (*)


 (*) Libro: Breve historia de la villa de Fuentespreadas
Autor: José Mª González Aguado
Depósito Legal: ZA-III-2005
Imprime: Gráficas Artime
Zamora

Me lo ha regalado mi hermano Manolo. Conocía de su existencia por una señora, de apellido Amigo, que, desde Zaragoza, está investigando sobre su apellido. Me encontró en la guía teléfonica de Avila. Al parecer solo hay un apellido Amigo y ese es el mío.

Por cierto, cuando yo estudiaba Magisterio en Zamora busqué sobre el origen de tal apellido y, en la enciclopedia que miré, decía que era de origen germánico. Creo recordar. Vete tu saber. Hasta podría esconder a algún judío que, huyendo de su marranismo, trocó el suyo en Amigo; o de un morisco para pasar por cristiano viejo... Vete tu a saber.

Lo cierto es que la señora Amigo me envió la portada por correo electrónico suponiendo, quizás, que la tal María Amigo Alonso, con cuya foto se adorna la portada, fuera antepasado mío. Ni idea. No me suena de nada. Soy un ignorante, lo confieso, en cosas de mi pueblo. Y en muchas otras cuestiones también.

He leído el libro de José Mª González Aguado. Muy bien escrito. Me entero que el pueblo 'está asentado en la cima y alrededor de un mogote rocoso de origen terciario' siendo del 'cuaternario en los valles del Montoya y Vallehondo'; me enseña que la partícula 'preadas' significa fuentes arruinadas o de poco valor; que la presencia del hombre data, según restos, del Paleolítico Medio. Numerosos encontrados por los campesinos. Mi hermano Avelino Amigo Zamorano, arando, sacó una jarra de bronce. Se la dejaron a un cura, Manuel Prieto, para que indagara sobre ella. ¡Ay, para qué lo harían! Desapareció para siempre. La iglesia se traga todo. La jarra también. El autor hace referencia a este hallazgo y a otros. En fotografías, por ejemplo, se ven bifaces paleolíticas, puntas de flecha pedunculadas y fragmentos de cerámica sigilata de Santa Colomba.

¡Ah, la fuente de Santa Colomba! ¡Qué de leyendas sobre ella!

Cerca de alli se halló la famosa tumba tardoromana. Digo famosa y, al principio, única por lo que supe después. Veamos: resulta que me compré una colección de libros sobre Historia de España. Colección dirigida por Tuñón de Lara. Y ¡oh sorpresa! en uno de los tomos, nada mas abrirlo, aparece un mapa de España y un solo nombre, Fuentespreadas. Hace varios años, cuando dirigía la biblioteca de Las Navas del Marqués hicimos un homenaje a la Cultura Persa e invitamos al gran historiador José Mª Blazquez. En el ágape le pregunté por el hallazgo arqueológico de Fuentes, contándole lo del mapa. Me contestó que no le sorprendía que Tuñón de Lara hubiera resaltado nuestro pueblo porque se lo merecía. 

-Si bien -continuó- ahora ha perdido primacía porque se hallaron otros restos. Sin embargo sigue siendo relevante. Conozco la importancia del hallazgo y al compañero que dirigió las excavaciones.

Cuando se encontró yo estaba en el pueblo. Hablé con los jóvenes arqueólogos. Incluso le pregunté el porque de su relevancia en comparacción con otros restos que, por entonces, sacaron en Málaga con varios siglos de mas antigüedad que el de Fuentes. Me respondieron que, el de la provincia andaluza, era uno mas de los muchos que descubren y sobre esa parte de la historia había datos para dar y tomar; en cambio el de Fuentespreadas, del siglo IV, era único; ya que apenas había datos de esa época; me contaron que, en la tumba, había dos cadáveres: un adulto y posiblemente su hijo; tenían, ambos, colocada, encima de la cabeza, una jarra de cristal verdoso que solo se podía encontrar en Mérida y Costantinopla; lo que demostraba que el enterramiento era de personaje importante; no sé si eso que decían a pie de excavación se habrá confirmado; como tampoco sé si lo de 'Los Ataúdes' a lo que también se refirieron  (una zona del término municipal cercano a donde trabajaban) sería cierto: pensaban, estaban convencidos, que si la excavación se ampliaba (que no se ampliaría) hallarían una necrópolis romana; así mismo estaban convencidos de que por allí pasaba un ramal de la Vía de la Plata.

En un cerro cercano, no recuerdo el nombre, estuve una vez con el autor del libro. Me mostró restos o señales de lo que debió ser un poblado prehistórico.

El libro desvela, por ejemplo, que Sibaria no podía ser el nombre de un poblado sito cerca de la fuente de Santa Colomba, como se creyó en un principio. Sibaria es el nombre de una asociación cultural de Fuentes. Creo que hace años con Peyo, Toño y otros pretendimos hacer algo parecido con el fin de elevar el nivel cultural de nuestros vecinos. Hasta yo doné muchísimas revistas -creo recordar- como inicio de una biblioteca (lástima que no haya una en Fuentes porque ahora podría donar mis miles de libros). No sé que sería de esas revistas. Quizás las rompieron. Aunque no me sorprendería encontrar números en los sobrados de algunas casas. Ciertos vecinos son amigos de lo suyo y de lo ajeno. Al respecto recuerdo que a uno le dejé del 'Compendio de Historia de la Civilización' el tomo de 'Historia Antigua', de Magdalena S. Fuentes. Pues bien, como a la iglesia a éste le gusta lo suyo sin despreciar lo ajeno. No me lo ha devuelto. Fui a buscarlo pero él interfecto no estaba en casa. O eso me dijeron sus hermanas.

En fin... la 'Breve historia de la villa de Fuentespreadas' continúa con: 'Dioses paganos de nuestros antepasados' que cita a Jano, el dios de las dos caras, basándose en que 'El Jano' es un pago de nuestro pueblo; el 'Medievo'; 'Edad Moderna'; 'Fuentespreadas en el siglo XVIII' y en los siglos XIX y XX. Termina con tres capítulos: 'Oficios, tradiciones y costumbres', 'Apellidos de Fuentespreadas' y 'Topónimos'.

Cosa curiosa: me entero que la casa que heredé de mis padres (y que hoy se está cayendo, abandonada) se describe como 'palacio de los Delgadillo'. Mi madre, si, me habló vagamente del origen de alcurnia. Había un escudo a la entrada. Escribe el autor del libro que está en su poder 'ofrecido a la Diputación Provincial de Zamora hasta que vengan a recogerlo'. 

Acordándome de lo que decía mi madre, firmaba yo mis poemas, en la época que estuve de maestro en Azcoitia (Guipuzcoa), pueblo vasco del Valle del Urola, con el seudónimo de Marqués de los Hoyos en tono de broma y los colgaba en la pared del pasillo de entrada a la casa donde habité varios años. Era un pasillo larguísimo. Un día fue a visitarme Carlos González de Valdés Correa, personaje pintoresco y de nombre rimbombante, músico, pintor y poeta que, a la sazón, ejercía de guardia municipal en el municipio (por cierto, que como no le subencionara el Consistorio una exposición colectiva en la que participaba con, entre otros,  Alemán Amundarain -si la memoria no me traiciona- presentó su dimisión de alguacil firmada en papel higiénico). Mientras andaba pasillo adelante miraba Carlos los poemas. En esto que se dirige a mi exclamando:

-¡Ele! ¡Marqués de los Hoyos y... y Conde las Rendijas! -por las grietas que tenía el entarimado y algunas puertas.

Otra sorpresa del libro es que afirma que a mi padre lo califica un cura como 'el águila que mas alto volaba'. Ignoro que razón le llevó al clérigo compararlo con semejante rapaz. No sé quien me dijo un día que mi padre, de joven, fue muy anticlerical -me extraña mucho- y que escribió en una pared 'se vende carne de cura'. Me extraña muchísimo. Para ser sincero, solo le vi ejercer de adicto al régimen franquista. Tenía un mauser y una pistola star en la mesilla de noche. Era miembro, como otros vecinos, del Somatén. De vez en cuando la Guardia Civil acudía a inspeccionar el estado del fusil. Fue alcalde del pueblo. Le gustaba mucho la poesía que nos recitaba en ocasiones. Contaban que, en la plaza del pueblo, se puso a recitar un poema desde el balcón del Ayuntamiento y como viera a unos vecinos reirse se calló de repente y se fue. Quizás diciéndose, para si, como el poema del donostiarra Iribarren: 'Ahí os quedáis, hijos de puta'. Tal vez fuera tímido, como yo. Y por lo tanto orgulloso. 

Me he dejado llevar por el recuerdo y a veces por la nostalgia. Han acudido a mi rostros encerrados en el magín de la memoria. Puedo escribir como Goethe en el inicio de Fausto: 'Ya volvéis ¡oh figuras vacilantes que en otro tiempo...!': mis padres, don Sebastián Beltrán (mi padrino médico), don Eliseo García (el maestro), Amor (el quinto de voz suave y cordial) que murió en el norte de España, Semi (al que mató un tractor), Queli, el señor Ezequiel Romero, mi prima Geles (muerta hace poco), mi tía Iluminada, el señor Julio (muerto en Ermua) y su hermano Nazarío (el zapatero remendón), o aquel simpático y bigotudo borrachín que hacía cestos de mimbre... O vivos como el primo Luisito (que un caballo dejó sin pierna), Angelito 'El Ventolero', Antonio Tejedor (Toño) maestro que se ha hecho escritor, mi quintorro Chinda, Nino y mi amigo Peyo, quienes fueron a Euskadi a verme... y tantos y tantos otros que sería cansado citar.

Voy a terminar refiriéndome al autor: labrador, trabajador incansable y tenaz que, sin estudios académicos, ha logrado elevarse a la cultura adquiriendo un saber envidiable que para si quisiéramos muchos de los que 'semos muy leídos y escribidos'. No hay mas que leer el libro para darse cuenta del dominio que tiene de épocas históricas de la Tierra y del Hombre o de las herramientas que nuestros antepasados utilizaron. 

Yo particularmente estoy agradecido pues, esperando a que me concedieran escuela donde trabajar, me dejó para entretenerme dos libros fundamentales: uno, El Quijote, que todo el mundo conoce o debiera; y el otro fue una antologia 'Pimavera y flor de la literatura hispanoamericana' (¿dos tomos?); si mi memoria no me falla los recopiladores eran Eulalia Galvarriato (esposa de Dámaso Alonso) y el poeta Gerardo Diego

Allí conocí una muestra del tesoro de la literatura latinoamericana, por ejemplo: Emilio Ballagas y su negrismo: 'Dórmiti mi nengre, / dórmiti ningrito.Caimito y merengue, / merengue y caimito...'; o aquel anónimo tan cadencioso, tan cantarino, tan musical: 'En idioma guarani / Una joven paraguaya / Tristes endechas ensaya / Cantando en el arpa asi, / En idioma guarani...' Se me viene ahora a la memoria otro texto titulado 'La Guardaraya' cuyo autor creo (no estoy seguro) es Luis Felipe Rodriguez y cuya trama gira en torno a la corta de la caña de azucar de negros y mulatos. En fin, un rosario de textos, desconocidos para mi, entonces, algunos de los cuales me aprendí de memoria. 

-Por todo ello, gracias José Mª González Aguado. Sé que has estado muy enfermo pero al parecer te has recuperado. 

Larga vida a este hombre. Que seguro irá al Paraiso, allá, en el cielo que predica la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Su religiosidad le da ese pasaporte. Pero de momento ya está en la gloria terrenal que es el reconocimiento y memoria de sus vecinos. En mi recuerdo. Y todo ello a pesar de curas ignorantes y envidiosos. Uno de ellos me dijo un día:

-¡Ah, si, José Mª! Ese que cada pedrusco que coge le parece histórico.

Sin comentarios. 


O si: ese clérigo se asemejaba muchísimo a uno de esos seres que, según los clasificara Dante en la Divina Comedia, 'ni eran agradables a Dios ni a sus contrarios: esos que no estuvieron nunca vivos'. 

Crítica y Autocrítica

Crítica: El libro tiene una pega -yo siempre pongo una pega-: se le ha olvidado poner, entre los oficios, el de zapatero que ejerció Nazario y el de tejedor de canastos que lo  desempeñó ese hombre pequeñito, de gran bigote y que se encurdelaba muy a menudo del que, desgraciadamente, no recuerdo el nombre.


Autocrítica: el comentario me ha salido un poco largo. Que le voy hacer. Los recuerdos, la nostalgia... han alargado las palabras. Me voy haciendo viejo.

viernes, 13 de abril de 2012

M. Amigo Zamorano: ¿Sabe alguien lo que es un ripio?


Ya me lo estaba temiendo,
que lo que estaba escribiendo
no es ripio, verso, ni nada.


Esto, que desde el principio
parecerse quiere al ripio...
no se bien si será así.
A mi me lo parecía, si;
pero lo que es ripio ripio...
parecerse se parece;
quiere ser ripio y no quiere
ya que a tanto no se atreve.
Poder ser... si que podría.
Pero ya desde el principio
no he dicho que fuera un ripio,
sino que se parecía.


Por tanto yo pediría
a quien de ripios entienda,
que me diga sin enmienda
si acaso es majadería.
Pues que de tanto pensar
y de tanto cavilar,
el resultado final es:
que me hallo como al principio:
que no sé si es ripio o no,
solo que se parecía.
Así lo dije al principio.


Si alguien pues, con autoridad,
me quisiese a mi explicar
en lo que consiste un ripio
yo se lo agradecería.
Porque el estado actual 
de mi entendemiento es tal
que me hallo como al principio:
que no sé si es ripio o no,
solo que se parecía.
Como lo dije al principio.


Y esto le suele pasar
a todo aquel que al final
se encuentra como al principio;
sin poder determinar 
si ha comenzado el final
o finaliza el principio.
No sé bien si yo me explico...
pero lo voy a intentar.


Me fastidio en el oficio
de quien se arriesga a explicar
-a quien le quiera escuchar-
las excelencias del ripio.
Yo nada pude aportar
de nuevo en ese sentido,
y lamento haber acudido
donde nadie oyó llamar;
lo tengo bien merecido.


Mas ahora tendré que salir
y veremos como lo hago
sin que resulte un mal trago
el conseguirme evadir
del laberinto en que me hallo.


Nada he podido encontrar
que ensalzar pudiese al ripio
ni sé si lo encontraré.
Y pues que no pudo ser,
que le den por solfa al ripio.
'Sicut erat in principio
saecula saeculorum
requiescat in pace'. Amén.


(Fuentespreadas -Zamora- Poema no fechado)



M. Amigo Zamorano: Nostalgia y recuerdo


San Miguel de la Ribera.
¡Fiesta de San Sebastian!
¡Quién volver a ella pudiera
cuando los años se van!
Cuando huyó la primavera.
Cuando en la memoria queda,
solo el recuerdo de ayer.
Cuando lo que pudo ser
no pudo ser, por querer seguir los dos
obstinados en no hablar.


Por no querernos mirar
uno al otro, frente a frente y cara a cara.
Por no decirte yo nada.
Por nada decir tu tampoco.
Por no mirarte a la cara.
Por no mirarme a los ojos.
Por no hablar con tu mirada.


Mas por el contrario, fue el orgullo
quien triunfó. ¡Mira tu que si iba yo...!
¡Pues anda tu que si yo... iba a ser,
el primero que empezara...!
Y las cosas al final,
siguieron igual que estaban.


¡Fiesta de San Sebastian!
San Miguel de la Ribera.
Te he vuelto yo a recordar
cuando los años se van.
Cuando ya no hay primavera,
cuando ya no hay vuelta atrás.
¡Y cuán diferente fuera,
si hubiera otra vuelta atrás!
Pero eso, lamentablemente,
ya no sucederá jamás.


¡Fiesta de San Sebastian!
San Miguel de la Ribera.

(Fuentespreadas. Sin Fecha. Parece escrita recientemente)

jueves, 12 de abril de 2012

M. Amigo Zamorano: Aquellos tres jueves del año

Tres Jueves hay en el año
que relumbran mas que el sol:
Jueves Santo, Corpus Cristi
y el día de La Ascensión.


Pero hoy ya mas que el sol no relumbran
aquellos 'jueves' de antaño;
La Ascensión Corpus Cristi,
ni el Jueves Santo añorado.
¿Quién lo habrá así establecido?
¿O, quién lo habrá así ordenado?


Pues échenle la culpa al Clero,
o échenle la culpa al Estado.
Porque lo que ha sucedido,
así se ha comunicado-
previamente establecido,
como consecuencia ha sido
del acuerdo Iglesia / Estado.
Y yo así lo tengo entendido.
Y así habrá también que aceptarlo,
aunque el susodicho acuerdo
mal rayo que lo entendamos.


Y es que la Iglesia de ahora...
¡no es aquella de hace años!
Pero es que el Estado ahora...
¡tiene un poder el Estado...!
Puede... hasta cambiar la hora.
Puede... -y con la Iglesia aceptando-
para que no se celebren estas
estas fiestas religiosas
que siempre se celebraron,
quitar, y sin que nadie proteste,
aquellos 'jueves' de entonces,
aquellos 'jueves' de antaño.



Tres Jueves 'hubo' en el año
relumbrando mas que el sol:
Jueves Santo, Corpus Cristi
y el día de La Ascensión.


(Fuentespreadas. Sin data. Pero de ahora.)

M. Amigo Zamorano: Crítica

Luisito: yo no sé que rima usas
para escribir poesías.
Francamente te lo digo.
No escribas mas tonterías,
que tu no estás con las 'musas'
ni ellas tampoco contigo.




(Fuentespreadas. Sin fecha pero actuales)

Manuel Amigo Amigo: No sé qué escribir (*)


Es de noche, solo estoy
y a la luz de una bujía
para mi amada Lucía
una carta a escribir voy.
Comienzo: amada de mi alma,


cuando un hombre que, cual yo,
se halla poseído... ¡no!
no voy bien, a otra... calma.
¿Y que le diré?:
Le diré que ella es mi vida,


que es mi cielo,
mi esperanzsa y mi consuelo;
que ni he amado ni amaré
a nadie cual amo a ella;
que ni del día la aurora,


tan risueña y seductora,
es tan hermosa y tan bella
como el bien que tanto adoro;
que en mi delirio amoroso
creyéndome el mas dichoso


de alegría a veces lloro;
que es tan hermoso el querer
que por ella yo daría...
mi vida y el alma mía;
que su conjunto, su ser


me fascina y me enloquece;
que no sé lo que sentí
desde el día en que la vi
pues todo un ángel parece;
le diré con tierna frase


que yo no sé lo que haría,
que de pena moriría 
si ella a mi me desdeñase.
¿Le diré pues estas cosas?
¿Escribo? ¿Qué le diré?


No se las digo porque...
son insípidas y sosas.
¿Y qué le voy a decir?
No sé que decirle. En suma:
que dejo aburrido la pluma


porque no sé qué escribir.

(*) (Fuentespreadas, ¿principios del siglo XX?)

Manuel Amigo Amigo: Anda una liebre (*)


Cuentan que anda una liebre
por Borreborre;
y que a los perros le dice:
¡Así se corre!


Y otra también en Valdecontiesa
que según corre,
se parece mucho a esa
de Borreborre.


(*) (Fuentespreadas, ¿principios del siglo XX?)

Manuel Amigo Amigo (3): Don Eloy (*)


Don Eloy ¿?, a mi entender,
(y de entenderlo presumo)
hipócrita es cual ninguno
como vais a poder ver.

Con más color que una rosa
no se afana en perdonar;
y si en cambio en 'atizar'
la 'Lámpara Maravillosa'.

o

Con mas color que una rosa
no se afana en perdonar;
y si en atizar de 'cojones'
la 'Lámpara Maravillosa'.

(*) En el Libro de José Mª González Aguado, 'Breve historia de la villa de Fuentespreadas', este poema comienza no con el nombre de don Eloy sino de don Romualdo que, según el autor, se refería a don Romualdo Alejandro un cura párroco de la iglesia de Fuentespreadas que el autor del libro lo define como "muy bondadoso y campechano, cumplidor de sus obligaciones y gran amigo de sus amigos, con quienes compartía charlas ilustrativas sobre poesía y literatura al amor de la lumbre en la casa de 'Los Canos' (1), con Emilio Amigo (2), José Mª Aguado y Manuel Amigo, vecino este último que destacó en el pueblo por su cultura y afición a las letras. Hizo buenas poesías, casi todas perdidas, y una tarde, a la lumbre, resguardados del frío, después de comer un chorizo y beber dos buenas jarras de vino, confesó don Romualdo a sus amigos que lo que menos le gustaba de su profesión de cura era el confesionario. Entonces el señor Manuel 'El Cano' (es decir el creador de este poema) cogió papel y lápiz y escribió estas cuartetas". (pag. 51 del libro citado) 

(1) Los Canos: apodo o mote de nuestros antepasados.

(2) Debe ser nuestro abuelo paterno.

(3) Hasta aquí el párrafo de José Mª González Aguado. Nosotros podemos asegurar, por lo que nos contó nuestra madre, Clementina Zamorano, que efectivamente Manuel Amigo Amigo, su tío, era un excelente poeta o bardo o coplero o versificador, campesino culto que dejó libros en el sobrado de Victor Hugo, Alejandro Dumas y otros que de joven leimos con gusto. Todos ellos recogidos por capítulos que, el diario 'La Libertad', (rótulo muy significativo de su ideología liberal) publicaba periódicamente. Así mismo recordamos que nuestra madre nos habló de que fue un magnífico animador cultural. Ensayó con mozos y mozas del pueblo varias obras de teatro que luego fueron representadas. 

Nosotros aquí copiamos el poema tal y como nuestro hermano, Manuel Amigo Zamorano, nos lo ha remitido (junto con otras suyas que publicaremos mas adelante), respetando las comillas que tienen algunas palabras. Eso si, sin saber si el personaje, al que alude el poema, fue don Eloy o don Romualdo. Suponemos que se refiere al Romualdo cura que dice el autor del libro. Lo que si parece desprenderse de su lectura es que al poeta no le resultaba, éticamente hablando, muy recomendable.

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(Fuentespreadas, ¿principios del siglo XX?)