domingo, 31 de julio de 2011

Faustino Parriego (*): Savia primaveral

Como un haz luminoso de colores,
trenzado con visillos de seda y oro,
surge la primavera llena de flores
y angelitos del cielo le forman coro.

Al calor de los rayos vivificantes
la vis sangra como una herida
y ocultos en las yemas, ya rebosantes,
nuevos gérmenes pugnan por tomar vida.

Con la música de cadencias misteriosas
la savia, por un influjo soberano,
sube a dar la vida las plantas primorosas

y si germina en la espiga el grano
y se abren los botones de las rosas,
será porque Dios las lleva de la mano.

(*) Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora),  1967


Faustino Parriego (*): Ante el nuevo verano

Lluvias de junio con brumas y marea
colorea de amapolas las barrancas,
la espiga en frágil tallo se cimbrea
y el sol se corta entre nubes blancas.

El oro de la espiga titubea
cuando en la granazón se ve indecisa;
risa y llanto de Abril (sic) en su platea
le inició el llanto y le negó la risa.

Del labrador no acaban los rigores,
aunque todo lo sufre con paciencia,
frutos menguados y costos mayores:

Mayo (sic), la clave, trajo la inclemencia
y no encuentra remedio a sus dolores
porque el clima adverso le mató la ciencia.

(*) Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora), 1966


Faustino Parriego: La muerte del ruiseñor (*) (1)


 I)

Mal haya la escopeta de balines
en manos de muchachos malandrines.
Aunque hay mayores a los que también cuento
por tener un instinto igual de cruento.
Cazadores que cazan todo el año
nunca pensando en el ajeno daño.

Cantaba un ruiseñor entre la fronda
inundando mi alma en esa honda
que abarcaba su voz, melíflua y pura,
vertiéndose en raudales de ternura.
Día y noche, sin descansar, trinaba
enamorando a su hembra que anidaba.

Mas, ¡hay!, un chiquillo armado en él repara
y alzando su escopeta le dispara
matando al ruiseñor, ¡quien lo diría!,
quizá solo fue por probar su puntería.
Y allí quedó en la rama atravesado
dando fé del delito de un malvado.

Infelices las horas que vivimos
del mundo del teatro al que asistimos,
donde el telón se corre a la medida
que tape la ruidades de la vida,
invadidos por el humano enjambre
que mata por placer y no por hambre.

Triste quedó el trozo de ribera
que la alegría ya no recupera
pues no vinieron ruiseñores nuevos
porque la reina del rey murió en los huevos.
Vi el nido, tan escondido estaba
que la luz del sol no penetraba.

Metí la mao de esperanza incierto
y al tropezar el cuerpecillo yerto
de la esposa de un rey tan soberano,
que mi mano se heló ¡y era verano!;
aquel trono remansito de cielo
de sudario sirvió su terciopelo.

Dejó de oir la voz de su marido
y el miedo la atenazó en el nido;
sin comer ni ber, de angustia llena
la ruiseñora sucumbió de pena.
Abandonada así a su negra suerte
la muerte de su amado fue su muerte.

II)

A casa me volví lleeno de pena
y, cuando vi venir la luna llena,
otras veces alegree en sutilezas,
hoy venía cargada de tristezas,
mientras que titilaban los luceros
cual niños que, al llorar, hacen pucheros.

Aquel balín matome una ilusión
y, al veneno que ardió en mi corazón,
la ira encendió con fuerza hiriente,
pues no puede templar la lira el alma
si flecha de impiedad roba su calma.

Sé que valdrá poco, desde luego,
la pica que yo rompo en este juego,
si las auoridades, entre tanto,
no escuchan las verdades de mi canto,
que sin pretender que sea una delicia
se basa en el amor y la justicia.

Creo urge tomar unas medidas
contra estas acciones homicidas,
segadoras de vidas inocentes
y, sin querer saberse consecuentes,
siempre desde la sombra el inhumano
tiró la piedra y escondió la mano.

No le haré al inventor la guerra cruenta
porque yo admiro a todo aquel que inventa,
mas que por la escopeta, mi querella
va contra el uso malo que hacen de ella.
Y hay que educar, y sancionar si cabe,
cosa que de inocente pase a grave.

Si ser buen tirador es una ciencia
el practicante ha de tener conciencia,
que nadie puede verle con agrado
practicar entre gente y en poblado,
porque corre el peligro cierto
de que con un balín te dejen tuerto.

Tal vez digan que soy escrupuloso
y acaso demasiado quisquilloso,
si ante los hechos que he visto consumar
no haya podido menos que exclamar:
¡Mal haya la escopeta de balines
en manos de muchachos malandrines!

(*) Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora) 1970.
(1) Para mi sobrina Nieves con mucho cariño.

Una relación sin fecha ni mozo para una fiesta del gallo (*) (1)

Saludo al señor Alcalde.
Saludo también al pueblo.
Nadie viene aquí en balde
y cumplir con todos quiero.

Gallo, que en esta postura
tan ridícula te ves,
llorando por doña Inés
en su misma sepultura.

Vengan a darte consuelo
las gallinitas aquellas
por las que tuviste un duelo
con el capitán Centellas.

No puedo lavar tuherida
ni al dolor diré ¡detente
cuando yo vivo iguslmente
con una pena escondida.

En este mundo perdido
son muchos los que deliran
y por su dama suspiran
con el corazón partido.

Te acompaño en sentimiento,
me ha conmovido tu historia
y guardaré en la memoria
tan grave acontecimiento.

A verla a zamora fuiste
y al copmprobar su traición
herido en el corazón
para Fuentes te volviste.

Se vio roído de celos.
Y mientras que a los cielos clama
otro le sopla la dama
y él se tira de los pelos.

¡Que golpe para tenorio!
Cuando de rendirla trata
ella con otro se escapa
por el río o por Valorio.

Del fracaso no me río
y les doy mi parecer,
no provoque un desafío
porque nada puede hacer.

Otro don Juan fue torero.
Se lo voy a relatar
con disparo certero
que creo no he de fallar:

'Se trata de unavaquita
que su cariño destapa
y acude siempre a la cita
si el don Juan tiende la capa.

Buena como agua bendita,
tierna como el mismo amor,
su talle es como una flor
y es como un sol de bonita.

Don Juan la trata con mimo
y la ha de acariciar
para acortar el camino
a la hora de matar.

Ella loca y él loquillo,
unidos sus corazones;
la besa en el hociquillo
y acaricia sus pitones.

Sus pases son magistrales.
Ciñéndose muy derecho
empienza con el de pecho
y acaba con naturales.

Una verónica a punto
y la tiene preparada,
pero ella huele el asunto
y lo deja en la estacada.

Él la quiere Estoquear,
ella escapa sin remedio,
y al no poderlo lograr
don Juan se ha de conformar
solo con el descabello.

Y este el guión señero
donde se ha mostrado el arte
de un aprendiz de torero
que falló en la última parte.

(*) Poeta, bardo, vate o coplero: Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora) Sin fecha
(1) Relación proporcionada por doña María Jesús y su esposo el profesor Angel Parriego

Faustino Parriego (*): Al árbol quemado de la ermita

Partían de tu tronco en verde alfombra
once brazos que miraban al cielo,
del molino y la ermita fuiste velo
y dabas a la vez abrigo y sombra.

Roto estás y tirado en la antepresa,
el fuego nos ha privado de tu estancia
y mientras abatía tu arrogancia
te dejó el corazón hecho pavesa.

El alma llora y a la vez medita
pero yo un consuelo te procuraré
donde acaba tu vida de eremita:

que aunque contigo una ilusión se fue
nos queda el Cristo dentro de la ermita
como árbol de la vida y de la fé.

(*) Faustino Parriego: Santa Clara de Avedillo (Zamora), 1968


Faustino Parriego (*): En la luna

Su mujer se la pegaba
al astronauta cordiales (sic)
que de gran fama gozaba,
mientras que él se espaciaba
por la rutas siderales.

Ya se empieza a murmurar.
Cuando una amiga le advierte:
-Como él empiece a indagar...
puede en un lío meterte.

-¿Indagar? Él no da una.
¿Cómo se podrá enterar
si después de aterrizar
seguirá estando en la luna?

(*) Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora), 1971

Faustino Parriego (*): El trovador viejo

Este obscuro trovador
si fuera algo menos viejo,
sin arruga en entrecejo,
pero igual de soñador,

¡cuántas cosas les diría!
¡como sus versos cantara
las flores que cultivara
con que gusto ofrecería!

Ya no canto ni cortejo
porque veo en lontananza,
muertas flores de esperanza,
vivo el pesar de ser viejo.



(*) Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora), 1968

Faustino Parriego (*): A D. Juan de Arrúe


Poco a poco, a paso lento,
mis ojos al perder luz,
me clavaron en la cruz
del eterno sufrimiento.

Hay que operar sin tardanza.
¿Dónde?, me dije: ¡a Bilbao!
Y a Bilbao con el 'recao'
me fui lleno de esperanza.

Ya en Bilbao, libre de enojos,
visité al doctor Arrúe.
Y para que su ciencia actúe,
pusew en sus manos mis ojos.

Así fue y bendita hora.
Ya pesa menos mi cruz.
La alegría de esta luz
es encanto de la aurora.

Es como darme la vida;
de un ojo barrió las nieblas
sacándome de las tinieblas.
Siempre estaré agradecida.

Con fe se vale por dos
y confianza me dan
los hombres como don Juan
que tienen algo de Dios.

Pido, postrada de hinojos
y en gratitud encendida,
que Dios conserve la vida
a quien dio luz a mis ojos.

(*) Faustino Parriego: Santa Clara de Avedillo (Zamora), 1971

sábado, 30 de julio de 2011

Faustino Parriego (*): Relación para Corrida del Gallo sin fecha (1)

Como yo soy el mayor
sin duda me corresponde
hacer con todo rigor
la presentación acorde.

No habré mucho de fiar
el que no resulte en balde;
en fin, voy a comenzar
con permiso del alcalde.

Tengo a bien el saludar
a los vecinos y amigos;
ya que van a ser testigos
de lo que voy a contar.

Aunque los presento yo
porqque me toca y conviene,
lo que aquí mérito tiene
son ellas, nosotros no.

Cinco quintas, cinco flores,
cinco promesas de amores;
¡qué cuadro para un pintor
pintado con mil colores!

Yo llevo una magdalena
que se me antoja un lucero;
y bien puede ser la pena
de algún mocito soltero.

A mi ya saben ustedes
que no me gusta bailar;
bailada me la han de dar
si Dios me da esas mercedes.

Vivo de amor sin cadena
y aunque hablarlas no me atrevo
yo sé que vale la pena
la que en la grupa me llevo.

Soy tan humilde en mi ser
que aunque me gusta Gabriela
nunca me voy a atrever
ni acertando una quiniela.

Perdóname que te diga
que fuiste el mismo demonio
atravesando una viga
frente a la casa de Antonio.

Gracias a que estuvo firme
y la pudo soslayar;
porque lo pudo aplastar
o por lo menos herirle.

Así empezaron las quejas
cuando se enteró Jesús
de al rotura de tejas
el hombre se sulfuró.

Con voz potente gritó:
-¡No los puedo perdonar
y me las han de pagar
por estas!, aseguró.

Arremetió con ahinco
de su furillo a través
y pagamos entre tres
pesetas: cuarenta y cinco.

También me traigo a la cuenta
a unos amiguitos viejos,
que a nosotros dan consejos
cuando van para los treinta.

Perdón si viejos los llamo
pues para algo si que valen:
pueden llevar el pendón
o servirnos de reclamo.

Se apagaron los destellos
y a tomar agua bendita
que ya no sueña con ellos
ninguna niña bonita.

Y como soy un demonio
les invito a penitencia
y a rogarle a San Antonio
un examen de conciencia.

Y ya, para terminar,
de público me despido,
que me sabrá perdonar
las faltas que haya tenido.

Venga música maestro,
a ver si sube la fiebre
que al pasodoble de un diestro
hasta el caballo se alegre.

(*) Poeta, bardo, vate o coplero: Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora)
(1) Esta relación, según los papeles que nos proporcionó el profesor don Angel Parriego y su esposa doña María Jesús, no tiene año ni figura el mozo que la recitara. Si por una casualidad alguien que la lee sabe que año y que joven la recitó qque se ponga en contacto con nosotros. O bien lo escriba abajo donde dice 'comentarios'.

Relación para Horacio (*) Santa Clara de Avedillo, Fiestas del Gallo 1955-56 (1) (2)

Un saludo cordial y muy sincero
a este gallo falaz demostrar quiero,
que yo no envidio su suerte
cuando por su propio mal
hoy se ve en trance de muerte.

Yo solo decirte quiero
que eres desagradecido,
porque me diste al olvido
huyendo de mi granero.

Y buscarte calle arriba
y buscarte calle abajo
por la senda y el atajo
fui como barca en deriva.

Y nadie pudo saber
el camino que tomaste,
el día que te escapaste
para no volverte a ver.

Hasta que ya, al cuarto día,
por una casualidad,
escondido en un asnal
un niño te descubría.

La fiesta ya se acercaba
y presidiendo tu mal,
te escondiste en un asnal
por si allí no te encontraba.

Y allí estabas, roto el timbre,
callado y agazapado,
como triste emparedado
en una jaula de mimbre.

Y aunque supiste callar
un diablillo singular
el lío nos desembrolla,
y te pudimos librar
de cantar en una olla.

Mi alma se desconsuela
del trato que te darían,
pues nos trajiste una vela
que ya ni te conocía
ni tu madre ni tu abuela.

Y volviste con tal modo
del viaje soberano,
que quise estrechar tu mano
y me enseñastes el codo.

Esos no son procederes
con quien te ha considerado
y preferencia te ha dado
sobre todos sus quereres.

No sabes lo que he llorado
cuando te di por perdido,
creí que nunca metido
te iba a ver en el guisado.

Mas ya por fin eres mío
y del alarde me río
del que te quiera robar,
porque le puedo probar
que las armas se tomar
si hace falta un desafío.

Eres un gallo cochino,
porque te pilló Nicasio
comiendo un cacho tocino
que le robaste a Evilasio.

Y no me dabas sosiego
porque llegaba el verano
y en la era el Zamorano
te ibas a llenar el ciego.

En verdad que eres atroz: (sic)
y estás... oye, sin enojos
para tirarte a los ojos
con unos granos de arroz.

Muchos disgustos me dabas,
en cuanto que era de día,
hacia el salón te escapabas
solo por ver a María.

Y como eres un demonio
que no cede en la porfía,
le rezas a San Antonio
y yo digo: '¡Ave María!'

Y aunque entre amigos no cuela,
no me inquieta tu osadía
y una cosa me consuela:
que mientras tiene la vela
yo rezo un Ave María.

Creo que sobran motivos
por los que has sido juzgado;
entre todos los vecinos
piden seas degollado.

¡Compañeros! ¡Avanzad!
y si misablazo es poco
pues vosotros a lo loco
lo acabais de rematar.

(*) Este mozo, llamado Horacio, quizás  sea Horacio Álvarez Hernández
(1) Poeta, bardo, vate o coplero: Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora) 1955-1956
(2) Esta relación, según los papeles que nos proporcionó el profesor Angel Parriego y su esposa María Jesús, no está escrita toda en cuartetas.

Faustino Parriego (*): A don Joaquín de Colsa

Señor don Joaquín de Colsa,
gracias a usted, según veo,
queda cumplido el deseo
de su fallecida esposa.

Una ermita chiquitita
que ni lleva piedras de oro,
ni importa que sea chiquita,
si dentro lleva un tesoro.

En su sencillez preciosa
y siempre que aquí venimos
comentamos y decimos:
'Gracias, don Joaquín de Colsa.

Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora), 1969




Faustino Parriego (*): De gustos

Nos gusta ver el espectáculo horrendo
desde el balcón que a salvo nos mantiene
y por envidia, al que méritos tiene,
colgado de las astas de un berrendo.

Nos gusta ver regado nuestro huerto
con las aguas robadas del vecino;
que se muera de sed no da un comino
y vemos el derecho en nuestro entuerto.

Nos gustaría ver la prodigiosa mente
cual vil gusano entre  la baja escoria
revolcarse y pudrirse lentamente.

Que no se rompa el fluir de su memoria
y en tinieblas, sin rumbo consecuente,
se pierda en el camino de la gloria.

(*) Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora), 1976

Faustino Parriego: El Patito Mambrú (*)

Mambrú, Mambrú,
que es tu no nombre feo
yo no lo creo
llevándolo tu.

No eres de peluche,
ni de carne y hueso,
pues tiene buen buche
para tu provecho.

Tu sueles cazar
moscas y mosquitos,
como algo exquisito
a tu paladar.

De Daniel y Luis
haces las delicias
y con sus caricias
eres tu feliz.

Todas las mañanas
gustas de bañarte
y al agua te escapas
para remojarte.

Simpático eres
y encanto de niños.
Ellos su cariño
te dan. ¿Qué mas quieres?

De inocente niño
tienes el talento
y tu pensamiento
blanco como armiño.

Patito 'Mambrú',
tu nombre solfeo,
que no hay nada feo
si lo llevas tu.

(*) Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora) 1971


viernes, 29 de julio de 2011

Faustino Parriego (*): Al Cristo del Humilladero

En este humilde recinto
donde el emblema es la Cruz
bañado por dulce luz
yace tu cuerpo inextinto. (sic)

Junto a Ti, la vecindad
con su fe de torbellino
mueve como ese molino (1)
las aguas de la verdad.

¡CRISTO DEL HUMILLADERO!
Tan humilde en tu humildad
que fuiste manso cordero
permitiendo sin dudar
padecer en un madero
por salvar la humanidad.

(*) Faustino Parriego. Santa Clara de Avedillo (Zamora), 1969
(1) La imagen del Cristo del Humilladero esta en una ermita del pueblo de Santa Clara de Avedillo, a la vera de un arroyo donde había un molino. Aun están sus ruinas que deberían de conservarse. O mejor: arreglar el molino.


Faustino Parriego (*): Fiestas del Gallo ('Relación') (1)


A todos, muy buenas tardes.
Ante ustedes me presento
nervioso, pero contento
y feliz de saludarles.

Comenzaré dando cuenta
de mis andanzas de amores
con una chica coqueta
que me abruma a sinsabores.

Quizá la culpa no sea suya,
los padres andan por medio
y pienso que a tanta puya
hay que ponerle remedio.

-Oye niña: dime pues
si me admitirá tu padre
y que el perro no me ladre
para poderte ir a ver.

-Pues hombre, puedes venir,
que en los papás yo confío.
-Lo siento, no puedo ir.
Ahora ya no quiere el mío.

-Si tus padres dicen no,
los míos dicen que si.
-Si los tuyos dicen si
los míos dicen que no.

Para poder conjugar
un verbo tal en concordia
van a tener que buscar
algún tercero en discordia.

Y ya cambiando de asunto,
por mo hablar solo de mi,
les contaré en un minuto
algo que sucedió aqquí.

Esto que les cuento ahora
es la historia de unos hachas
que se fueron a Zamora
para ver a sus muchachas.

Unas cuantas vueltas dieron
en animador charlar,
mas una esquina al doblar
resulta que se perdieron.

Ni un signo que los convenza
del lugar en que se hallaban
y a nadie le preguntaban
porque les daba vergüenza.

Los hombres, con gran trabajo,
van como barco en deriva,
unas veces hacia arriba
y otras veces hacia abajo.

-¿Oye, a ti no te parece
que esto es la Plaza Mayor?
Allí hay un bodegón
donde entra y sale gente.

A la escalera llegó
y buscando algún letrero,
uno en el fondo encontró
que decía: 'Caballeros'.

-¿Bajo a ver lo que hay aquí?
-Vamos, no me digas cosas.
¿No pensarás que está ahí
la fábrica de gaseosas?

-Pues si que pudiera ser
si te fijas en las huellas.
-Pero es mejor ir por ellas
que quedarnos a beber.

De orientarse dieron gracias
y así pudieron volver
ya sin volverse a perder
en busca de las muchachas.

Y con esto he terminado
Gracias por la atención que me han prestado.
Quiero una palmada que convenza
de que toda la gente queda contenta.

Música para ustedes quiero que entonen
y para mi que ñas faltas me las perdonen.
Me voy con mi caballo a la carretera
a ganarme la honrilla de la carrera.

(*) Poeta, bardo, vate o coplero: Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora)
(1) Esta 'relación', que el profesor D. Angel Parriego nos prestó, aparece sin nombrar al mozo para la que se hizo y sin año de la corrida del gallo. Si alguien por un casual la lee y sabe  el año y el mozo que la recitó le agradeceríamos mucho se pusiera en contacto con nosotros para sacarnos de la ignorancia.

Fiestas del Gallo de Santa Clara de Avedillo (relación para Salvador) (*)



Gallo, las penas que estoy pasando
por quitarme tu la novia,
se las cantaré a la olla
cuando a ti te estén guisando.

Creo sabes muchas cosas
porque a fisgar te dedicas
y murmuras y criticas
de los mozos y las mozas.

También sabes que Bernardo
aficionado a las tientas,
anda que bebe los vientos
por la chica de Leonardo.

Esto me lo dijo un 'Tente'
que alardea y pronostica
que le dice al sol: ¡detente!
con los versos que fabrica.

De esto dará fe Faustino,
ese poeta zumbón,
que en casar va remolón
porque ya ha perdido el tino.

Tonto me dicen que eres
y debes serlo de veras,
puesto que te dan solteras
y tu las viudas prefieres.

Y bueno, puede pasar
que Isidoras, Cesarinas,
siendo mujeres divinas
que se queden sin casar.

Isabeles y Pilares
con tan buenas intenciones,
y no hallan sus corazones
amor por estos lugares.

Las que tengo a bien estar
y otras tantas tantas que no digo,
¡Señor!, ¿por qué no han de estar
del matrimonio al abrigo.

Si no casa la pandilla
porque le estorba el demonio,
al menos dale una villa
y que esperen San Antonio.

¿Que yo siga tu opinión?
Que pregunte a Florentino
y él te enseñará el camino
que conduce a Zamayón.

Así es muy larga la cosa
y aunque sea un paraíso,
si tu me dieras permiso
me quedaba en Valdelosa.

Y que tu por ser mas pollo
y por ser mas avisado,
por la mano me has ganado
cortejando en Avedillo.

Y para calmar mi pena
quieres cambiarme la prima
dándome una Magdalena.
¡Si me dieras la sobrina!

Mas si quieres apostar
la novia te la disputo
y juro aunque eres astuto
que te la he de quitar.

Y en pago, no ha de acabar
en eso tu desventura,
pues creo no he de tardar
en comerte la asadura.

Solo espero que los jueces
nos den el consentimiento
de batirnos y al momento
te pagaré cual mereces.

Y siendo yo agradecido
ofreceré tu pepita
a la chica mas bonita
de las que hayan asistido.

Poeta, bardo, vate o coplista: Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo
(*) En los papeles que nos prestró el profesor D. Angel Parriego estas 'relaciones' aparecen sin año.

viernes, 22 de julio de 2011

Faustino Parriego (*): El Campanero

Mi amor es campanero
y oigo como repica
desde el Otero.

Quien fuera cigüeña
para verlo tocando
desde muy cerca.

En el campanario,
la cigüeña en su nido
y yo rezando el rosario.

Luego, desde el Otero
oigo como repica
mi campanero.

(*) Santa Clara de Avedillo, 1968

Faustino Parriego (*): La Bolsa y el Jorobado

Se casó con jorobado
Isabel, mujer muy bella,
con el afán desmedido
de poder así ser ella
ama de hacienda y ganado
y no fregona de tienda.

Su sueño, desmoronado,
ve Isabel de angustia presa;
y con semblante turbado
le confidenció a Teresa:
'la bolsa se le ha menguado,
la joroba tiene tiesa'.

(*) Lamento este defecto físico, ya que todos tenemos jorobas en el alma y además porque estoy en contra de los matrimonios por interés. Santa Clara de Avedillo, 1971

Faustino Parriego (*): Foto junto a la vía

Para hacer, junto a la vía,
unas fotos, la de Prado,
de tal modo se ponía
que a tirar se resistía
su hijo, muy avergonzado.

Acertó a pasar el tren
y el chiquillo, en un respiro,
dice: 'Así que bien,
entre el humo no se ven
los pezones, ahora tiro.

Santa Clara de Avedillo, 1971

Otra relación mas: la de Basilio Hidalgo (Guarrate 1952)



1.- Cumpliendo con mi deber
me descubro ante mi aldea.
Ninguno piense o se crea
que la voy a enaltecer.
Quisiera el saludo hacer
y elogiar lo que merece.
De fundamento carece
tratar a todos igual.
Es tradición que está mal
al menos me lo parece.

2.- Es costumbre, no lo dudo,
pero tanta exhibición
se ha esfumado a la razón
por otro estilo más rudo.
Vaya en pos de ello un saludo
que hoy a mi pueblo no niego,
aunque después de hoy les ruego
no hagan extraños alardes
si al darme las buenas tardes
no les digo ni hasta luego.

3.- Dirán soy inoportuno
con esta salutación,
cuando pase la función
cada uno es cada uno.
No quita que aquí haya alguno
santo de mi devoción
para esos la admiración
que aquí en mi pecho fecunda
prueba tan noble y profunda
como llena de razón.

4.- No soy correcto ni fino
con mi ruda afirmación,
por esto no hago alusión
hacia el sexo femenino
Ya que me importa un comino
eludir la cortesía,
pues seguro les diría
la verdad monda y lironda.
No me gusta que se esconda
lo recto y justo este día.

5.- Argumento mentiroso
aquí se suele emplear
y se da en cacarear
algo que nunca fue hermoso.
Señores, yo no hago el oso.
Es mi lema claridad
y no elogio la verdad
aunque sea censurable
por no ver nada elogiable
y sobre este asunto, en paz.

6.- Veréis un ser que medita
su perdida libertad
en esa cuerda maldita
inútilmente se agita
pretendiendo encontrar paz.

Nace en la villa local
en humilde barbería,
demuestra tal simpatía
al público en general
que su servicio pedía.

7.- Tomó al oficio afición
y demostró ser tan diestro
en el arte de mirón
que resultó tan tumbón
como fue el mismo maestro.

A los parroquianos cuenta
tuvo que darse de baja
por tener mala navaja.
Arreglaron su herramienta
y le ha quedado tan maja.

8.- Pero voto a Belcebú
aunque les parezca extraño
el que conocía el daño
el mismísimo “Pupu”
se asombra de su tamaño.

Hasta me parece incierto
que tras esa intervención
trabajase a discreción,
porque yo he labrado el huerto
sin usar tanto azadón.

Pues si le veis de perfil
no notáis que está arreglada
a la primer cepillada
derecho quedó el hastil
mangando bien en la azada.

Pero debo declarar
que con ello nada gano
y no la he podido usar
aún está sin estrenar
por no tener nada a mano.

Claro, lo de regadío
y mucho en arrendamiento
terreno bajo sombrío
y no es que fuese muy frío
ya está  explotado, lo siento.

Yo que lo vi dije, sape,
en los motores verás
los agujeros del gas
algunos con poco escape
algunos por demás
A la finca que no baste
que le pongan dos motores
con buenos elevadores
y le dé hasta que le gaste,
qué remolacha señores.

Alborotaba el concilio,
arma broncas con mi hermano
que servía a domicilio.
Qué labia tiene Basilio
atendiendo al parroquiano.

Entre brochazo y brochazo
llenándole de jabón
tras ponerle el mandilón
les resultaba un pelmazo
con tanta conversación.

Si en casa extraña no hablaba
por estar de mal humor
en el baile mareaba,
a las mozas sofocaba
con pretensiones de amor.

La conversación chistosa.
Su jaleo era estridente
que si relativamente,
y les mostraba una rosa
simpático y sonriente.

Pero aquel conquistador
que con damas se propasa,
es déspota dictador,
el dirige la labor
que a cabo se lleva en casa.

Hay discusiones y riñas
inflexible a su manera.
En la Cañada postrera
sembráis este año brujiñas,
agamarzas y ajunjera.

En el huerto, qué puñetas,
cáñamo, lino, algodón,
según la disposición
y si no, de cebolletas
hay contrata a discreción.

¿Que labradas bien no están?
Pues hay un medio sencillo
que responde a nuestro afán,
podéis echar el Braban,
mientras yo voy al tresillo

Qué bien lo entiende este pillo.
Lo que el pollo no discurra
por dar al terreno brillo
enganchaba a un viejo trillo
a la vaca con la burra.

Y Paco el emprendedor
en inventos no se raja,
para retirar la paja
emplea el suavizador,
tijera, brocha y navaja.

Menos cumplir con su empleo
todo hacerlo bien procura,
afeitando vaya aseo
le mete cada holladura
con la escoba de abaleo.

Marcha todo sin reparo
sin protestar hasta ahora,
se queja Veni la mora
que existía un bicho raro
y su ejecución implora.

¿Puedo hacer la ejecución,
capitán, jefe de audiencia ?
Capitán: Has dictado su sentencia,
desenvainad escuadrón.
Si buscas apelación
a nuestras normas guerreras
cuenta con las cocineras.
Te responderán algunas
que tienen las aceitunas,
tus últimas medianeras.

Tres del tres.

(Guarrate, 1952)

Poeta, bardo, vate o coplero: Wenefrido de Dios.

Tomada de: http://lenguajesculturales.wordpress.com/2011/03/01/relacion-del-gallo-relacion-de-basilio-hidalgo-1952-autor-wenefrido-de-dios/

jueves, 21 de julio de 2011

Faustino Parriego: El Ruiseñor (*)



Tengo enfrente un cirolar
y en él canta un ruiseñor
dulces endechas de amor
preparándose a anidar.

Ya el divino trovador
empieza a forjar su nido
y el ciruelo agradecido
lo oculta entre su verdor.

La parejita, en su celo,
con mil afanes prolijos,
la casa para sus hijos
alfombra de terciopelo.

Y con sublime terneza
trinando que es un primor
bendicen al Creador
que hizo la naturaleza.

(*) Santa Clara de Avedillo, 1966

Horacio Álvarez Hernández: Un repaso a la memoria -y 8-


(estas rimas, compuestas por Horacio Álvarez Hernández, que recuerdan a las personas fallecidas en el municipio de Santa Clara de Avedillo llegan a su fin; esta es la última entrega)

...

También aquí dejó lastre,
y unos recuerdos amargos,
a su familia, Milagros,
la esposa de Emilio 'El Sastre'.

Enfrente, en la otra manzana
-muy poca gente conoce-
murió la tía Veridiana,
que fue la madre de Conce.

Debo de hacer un espacio,
para también recordarlo:
la familia de Dalmacio,
su esposa, Antonio y Gonzalo.

El pueblo ya he recorrido,
alguien se me habrá olvidado,
por ello perdones pido,
al no ser intencionado.

A sus familiares digo,
que de todo corazón,
a todo el pueblo le pido,
por ellos, una oración.

Y al que tenga la osadía
de leer este relato,
rememore que algún día
constará en este reparto.

Bien sabe Dios que quisiera,
cuando algún tiempo pase,
hubiera quien se acordase
y aquí mi nombre incluyera.

Que, aunque parezca mentira,
el tiempo se irá pasando,
y alguien se estará acordando
de quien, hoy, tenemos vida.

Nos debemos acordar
que esta vida es transitoria;
y para ir a la Gloria (sic)
la tenemos que ganar.

Y no quiero más cansar
con este vano estribillo;
pido al pueblo de Avedillo
que me sepa perdonar.

Horacio Álvarez Hernández
Año 2001, Gijón,

Horacio Álvarez Hernández: Un repaso a la memoria -7-


(viene de los anteriores post de Horacio Álvarez Hernández)

...

En esta casa vecina,
de este barrio tan famoso,
residió la tía Fermina
y Félix 'El Poteroso'.

La calle ya toca al fin,
un buen hombre allí vivía:
el competente Fermín,
con el bar y panadería.

Aun muchos recordarán
que, a Fermín, llamaban Foro
por su padre Telesforo;
también me acuerdo de Adrián.

Y doy la vuelta al revés,
pasando a la otra esquina,
donde moraba Agustina
y Manuel 'El Leganés'.

El teso dejo por fin,
y a la calle que ahora llego,
vivió el señor Agustín,
su esposa y, enfrente, Diego.

Don Claudio, doña Balbina,
y pasando a la otra acera,
Porfirio y 'La Potajera'
y Mercedes, su vecina.

Enfrente un portal austero
y una familia muy grata:
el tío Manuel 'Zapatero'
y la señora Donata.

Ya pocco me va quedando,
mas no dejo de la mano,
Felicísima y Cipriano,
sus hijos Paco y Bernardo.

Y aquí, detrás del 'Lagar' (sic),
otro matrimonio había,
sin duda el señor Germán,
el marido de Balbina.

¡Calle La Puebla! Y aquí
un caso curioso cito,
¿sabén donde yo nací?...
donde vivió el tío 'Gallito'.

Y donde el bar 'Los Amigos',
salvo que tenga una errata,
moraron unos vecinos,
de apodo 'Los Zaparratas'.

De ti, Ignacio, era abuelos
-perdóname la expresión
pues no es mala mi intención-
¡Dios los tenga en el cielo!

Me paso a la otra manzana,
y conoce el pueblo entero,
aquí habitó Robustiana
y el tío Fernando, 'Torero'.

Allí, muy cerca de éste,
otro matrimonio, aquel,
eran los padres de 'Resti';
también su hermano, Fidel.

Recuerdo con gran candor
-pues creo era gente sana-
como fue el tío Nicanor
y la tía Maximiliana.

Otras gentes que eran sanas,
porque no cabe otra cosa,
el señor Dionisio Llamas,
su mujer y su hija Rosa.

(continuará)

Horacio Álvarez Hernández: Un repaso a la memoria -6-


El recuento en cuartetas de personas fallecidas desde 1940 a 2001 en Santa Clara de Avedillo, municipio de la provincia de Zamora (España), por parte de Horacio Álvarez Hernández, va llegando a su fin (quedan dos entregas), como finiquitaron las personas a quienes nombra.

...

En esta casa moraron,
y ya con esto termino,
vecinos que un día fueron
abuelos de Vitorino.

En la Cumbre (sic) ya me meto,
en la primera manzana
vivía el tío 'Regoleto'
con... (sic) otra mujer, su hermana.

Antes era un callejón
-Federico hizo otra casa-
en esta vivió su esposa
y la familia Bailón.

Después de Paco Magín,
¡madre mía qué desastre!
residió la familia 'Sastre',
y la del tío 'Pascualín'.

En la que, hoy, es de mi hermano,
recordará el pueblo entero,
vivieron los carpinteros,
y su hijo Domiciano.

Donde ahora es el garaje
-perdón si temgo una errata-
recuerdo de un personaje
que apodaban el 'Tío Patas'.

A la otra acera giro,
porque no quiero pasar,
sin llegar a recordar,
al bueno de Casimiro.

Y lo sabe el pueblo entero
que era un poeta ocurrente;
al padre llamó la gente
'Tío Félix el Molinero'.

Otros que tampoco están
-una famila hacendosa-
el tío Ambrosio, el Sacristán,
sus dos hijas y su esposa.

Donde mora Salustiano,
que es la última parcela,
vivió el señor Paablo,
y su esposa Micaela.

Era yo muy chiquitito,
pero algún recuerdo guardo,
de un bar, el del tío Nivardo,
y luego, 'Los Manojitos'.

'Manojitos'... ¡vaya clan!
-en el pueblo fue notorio-
son ocho los que no están
con la hija y madre de Antonio.

Mas allá el señor Leonardo,
el tío Majín (sic) y Pastora,
el tío Miguel 'El Salgado'
y Adulina su señora.

En la última un inciso,
les diré por qué razón:
yo quise a mi tío Narciso
con todo mi corazón.

Desde aquí al trinquete (*) llego,
y al vecino más cercano,
desde la era el tío Diego,
era el tío Maximiliano.

¡Miento!, que en la misma acera,
aunque si de esta familia,
vivían Remedios y Rosalía;
también, la tía Baldomera.

----------

(*) El siginificado de 'trinquete' es:
trinquete:
1 m.
MAR. Verga mayor que se cruza sobre el palo de proa.
 MAR. Vela que se sujeta en ella.
 MAR. Palo que se arbola inmediato a la proa.
 trinquete:
 2 m. Frontón cerrado.
Pues bien, en Santa Clara de Avedillo había un frontón abierto. Ahora lo hay abierto y cerrado.
(continuará)

Horacio Álvarez Hernández: Un repaso a la memoria -5-

(viene de los post  anteriores de este  poeta de Santa Clara de Avedillo (Zamora)


En la esquina un hombre entero
que en su oficio era muy fino:
señor Emilio 'El Herrero'
y su hijo Constantino.

Luego queda el tío Rodrigo
y Miguel y Baltasara
y quien yo nunca olvidara,
a Jesús, que fue mi amigo.

La tía, al dar la vuelta,
su esposo, su hijo Enedino
y, dando un rodeo al camino,
Eloisa y Perfecta.

En el mismo callejón
un matrimonio divino
compuesto por Asunción
y Teodoro 'El Vitorino'.

Me voy a una callejita,
si ustedes me dan permiso,;
allí, con mi tío Narciso,
vivieron Basilia y Rita.

Aquí también vio su fin,
y en otro mundo reposa,
otro pariente, Joaquín,
el marido de Piadosa.

Bajo la calle, sin prisa,
dando la vuelta a la esquina,
marido y padres de Luisa,
luego Clotilde y Regina.

Y se acabó la manzana;
al otro lado del camino,
con los padres de Atilana,
vivió su esposo Faustino.

Falta medio pueblo entero;
el arroyo paso aprisa,
hacia la calle El Piñero;
antes Jaime y María Luisa.

En esta calle, en la esquina,
antes de llegar al fin,
moró la tía Petronila,
luego Eudosia y Benjamín,

padres de mi tía Piedad;
y más abajo vivieron
el tío Ángel 'El Ternero'
y la tía Felicidad.

Calle abajo el tío Gabriel,
-por el nublao (sic), fue una eficacia-
al lado la tía Bonifacia
moró con su nieta Ester.

La picota es el destino;
la casa de Ángel, ahora,
antes era de Faustino
y su mujer Isidora.

Y camino de la fuente
me dirijo sin problemas;
era del tío Roque 'Ledesma'
la casa que, hoy, es de 'Resti'.

Perdona 'Resti' el agravio
-esto es cosa de la rima-
más allá, en la otra esquina,
vivía el señor Octavio.

Ahora estoy remembrando,
de un comercio que aquí había,
en el cual también vivían,
Pepa, María y Leandro.


(continuará)

Horacio Álvarez Hernández: Un repaso a la memoria -4-


(viene de post anteriores)

...

A este un recuerdo especial;
olvidarlo no consigo,
era mi mejor amigo...
el amigo más leal.

Enfrente también vio el fin
otro poeta con casta:
fue padre, Manuel 'El Zarza',
de Moisés y Manolín.

Y siguiendo la otra mano
y otro clan que yo aprecié
y que nunca olvidaré:
el clan de 'Los Zamoranos'.

Esteban, Miguel, Vicente,
Pepa, la buena María,
los abuelos... ¡cuánta gente
en esta casa vivía!

Los recuerdo con cariño,
porque creo estar seguro,
que aquí gané el primer duro
cuando yo era casi niño.

Y donde vive Genaro
recuerdo con añoranza
a Evilasio, buen paisano,
el marido de Constanza.

Y pasando el Consistorio (sic)
otra muy requetefina,
se se nombraba Cesarina
y su padre el tío Eliodoro.

En la otra casa de enfrente
vivió pasando penurias,
otro señor excelente:
Colino, murió en Asturias.

Este hombre fue jornalero
de otro que al fin dio pena:
Jeremías 'El Herrero'
marido de Filomena.

Ya camino del Corrucho (sic)
-de Felipe es hoy la casa-
vivió mi abuela Tomasa
a la que yo quise mucho.

Luego había otra paisana
fina como un esqueleto:
Josefa 'La Valeriana'
vivía frente a 'Los Letos'.

'Los Letos'... (sic) familia atenta;
en esta casa, señores,
conocí a la tía Nolverta,
a Leto, Anselmo y a Flores.

Las últimas que moraron:
Agustina, Alfonsa, estas
que por fin las apodaron
con el nombre de 'Las Grecas'.

Más allá ótra dinastía
muy larga en el tiempo aquel:
él se llamaba Miguel
y su esposa Sofía.

Guadalupe, que soltera
se quedó... (sic) Y otra cosa:
también vivió Aurelio y Rosa
en aquella misma acera.

La esposa del señor Juan,
que Blásida se llamaba,
el tío 'Crespo' allí moraba
su padre y jefe del clan.

(seguirá)

Horacio Álvarez Hernández: Un repaso a la memoria -3-


El poeta de Santa Clara de Avedillo, Horacio Álvarez Hernández, bardo de su pueblo, repasa sus recuerdos casa por casa y barrio por barrio y le vienen los nombres de los vecinos y vecinas fallecidos desde 1940 hasta el 2001. No es una recapitulación triste, macabra, sino cordial.

(viene de los dos anteriores post)
...
Avelina, Macario, Filomena,
y también en ese corro,
el señor Domingo 'El Mono',
su esposa y su hija Magdalena.

Y al final de la manzana
del Teso, en la misma esquina,
vivía, con su sobrina,
la tía Beatriz, 'La Merchana'.

Subiendo más hacía el "atrio" (sic)
una señora muy fina,
se llamaba Ludivina,
con su tío Juan.... 'Botabajo'.

En frente, el tío Secundino,
donde vive ahora Delfín;
en esta casa vio el fin
un gran poeta: Faustino.

Un poeta de alto vuelo
que, con todas ilusiones,
hizo muchas "relaciones" (sic)
a los mozos de este pueblo.

Y el pueblo llevó un mazazo
en aquel infausto día,
al saber que se moría
el gran Esteban 'Mozazo'.

Más allá don Agustín
y siguiendo ese camino
la familia 'Atilanin';
cerca, la tía Patrocinio.

Y a la Victoria me acer co
siguiendo más adelante,
don Teodoro 'El Comerciante',
Ana María y Lorenzo.

En la otra casa cercana,
que era un comercio, vivía
don Tirso y Anatolía
y Francisca, la otra hermana.

Ahora, la vuelta engarza,
y en mi recuerdo perdura,
mi tía Eugenia 'La Zarza',
su esposo y don Paco el cura.

Llego al atrio, en esta zona
me acuerdo muy malamente
de Prudencia y de Ramona
¡Qué mayor era esta gente!

También el tío 'Calabaza'
vivía aquí, justo al lado;
y donde vive ahora Amparo,
la familia Regalado.

Y aquí termina el recuento
de esta calle, y, a la vera
Román, Teresa, Mamerto...
y Encarnación 'La Piñonera'.

Entro en la plaza, en la cual,
otro comercio existía,
fue de doña Rosalía
y don Antonio Leal.

Y en la otra, mucho antes,
y de la misma familia,
vivieron 'Los Comerciantes',
¡eso fue una dinastía!

Don Félix, Constanza, Esteban,
doña Carlina, don Enrique...
estos dos últimos eran
los padres de don Felipe.

(continuará)

Horacio Álvarez Hernández: Un repaso a la memoria -2-



 Horacio Álvarez Hernandez, poeta de Santa Clara de Avedillo y afincado en Gijón, al que hemos semejado con un griot africano, un poco exageradamente, sigue con su recuento de fallecidos en su ya citado pueblo natal Avedillo.


(viene del anterior post)

De todos es bien notorio
que en el Salón (sic), a la vez,
vivió su hijo Rubén
y el estupendo Gregorio.

Dando la vuelta a la esquina
un hombre que fue un encanto,
me refiero a mi tío Fausto;
y su esposa, mi tía Sabina.

Solo queda en ese corro
y también en esa mano,
el señor José el 'Caitano'
y su gran mujer: Socorro.

En esta calle que, ahora,
llaman La Calzada y tal,
-antes era el Arenal-
vivió doña Telesfora.

Fueron años de esplendor,
cerca había otros vecinos,
doña Eulalia y Constantino
los padres de Salvador.

A estos se le conocía
-si su familia le excusa-
por apodo 'Los Tarusas';
muy cerca la barbería.

Y luego, en la otra manzana,
recuerdo, vivía allí,
la familia Tamarit:
don Eulogio y doña Adriana,

señor Serafín, Elena,
'Patatero', Estefanía,
la madre de éste, Crescencia
y la otra tía mía.

El tío Dimas, ¡qué paisano!,
-lo admiraba el pueblo entero-,
con Vicente Zamorano...
¡qué risa en el mentidero!

En esa calle tan larga,
-es la mayor de Avedillo-
vivió Manuel Fresnadillo
y su señora Genara.

El tío Alfredo, 'El Juaneto'
y también en ese corro,
el tío Manuel 'El Modorro'
y mi tío Feliberto.

'Los Chinitos'... ¡qué pasión!
¡Dios Santo, cuánta gente!
señora Águeda, Clemente,
la señora Concepción...

Queda poco de este barrio:
vivió Clemencia, Eliseo,
don Ignacio, el secretario,
enfrente de los cabreros.

Perdón por esta expresión,
cosas de rima, ¿me explico?
Dionisio, Visitación...
y los padres de Federico.

La calle, ya por los pelos,
se acaba, mal que me cuadre;
en ella nació mi padre
y mis difuntos abuelos.

Sus nombres recuerdo ahora
que yo muy bien me los sé:
mi abuela se llamó Aurora
y el abuelo era José.

(continuará)

Horacio Álvarez Hernández: Un repaso a la memoria -1-


Si ponemos aquí esta 'relación' de gente en muchos casos fallecida, se debe a que queremos creer, y creemos, en la hermandad del ser humano a pesar de la diversidad de culturas, tradiciones o climas. ¿Hay diferencias?: Las hay. No cabe duda. No es lo mismo haber nacido en una aldea africana de Senegal o Namibia, por ejemplo, que venir al mundo en un pueblo de España o Francia. Como tampoco hay que hacer tabla rasa entre Senegal y Namibia o España y Francia. Hay sus diferencias entre unos paises y otros. También un poso común. ¡Y tan común: el Hombre!

En ciertos paises africanos existen personas que tienen facilidad para versificar. Se llaman griots. Son poetas que pueden recitar de memoria las historia de su pueblo. Se dice que cuando muere uno de ellos es como si desapareciera una biblioteca. Suponemos que han cultivado la memoria. Porque la memoria se cultiva como los tomates, el trigo o la mandioca. 

Ahora con tantos artilugios para guardar recuerdos se está perdiendo. Se está perdiendo en Europa y suponemos que en Africa igual.

Pero en ambos continentes han existido bardos o griots. Y personas que tenían muchísima memoria. Las formas serán diferentes, pero el sustrato es el mismo. Viene esto a colación, ante los que hacen hincapié en las diferencias convirtiéndolas en abismales. Así separan pueblos. Los enfrentan. Para mejor manejarlos a su antojo. Es una de las base del racismo.

Nosotros, sin negar las diferencias, hallamos también similitudes entre los pueblos. Como los griots de numerosos pueblos de Africa, con esa memoria prodigiosa, hemos conocido a escritores con una memoria similar, como por ejemplo al escritor don Eusebio García Luengo quien a sus casi 100 años podía recordar el nombre, lugar de nacimiento y, como como él decía, 'hasta la madre que lo había parido' de miles de personajes de España.

Pero, sin remontarnos a gente tan 'leída y escribida', hay bardos o poetas de pueblos con memorias prodigiosas, similares a los griots africanos de que hemos escrito. Ponemos aquí un ejemplo: Horacio Álvarez Hernández. Pasó muchos años fuera de su pueblo, Santa Clara de Avedillo, en la provincia española de Zamora. Sin embargo compuso unas cuartetas como recordatorio de los fallecidos en este pueblo castellano desde los años de 1940 hasta el año 2001. 

Las iremos poniendo en varios post. Puede servir a interesados de estudiar las diferencias, a la hora de bautizar a sus hijos, entre el antes y el ahora; o como se apodaba a las personas; o los que entren en este blog que tengan antepasados de por alli rememorar vidas pasadas de una juventud "más joven" como decía Machado; o tal vez encontrar el nombre de algún pariente; y de paso calibrar la facilidad de rima de este hombre de Santa Clara de Avedillo: Horacio Álvarez Hernández, el bardo de su pueblo, un griot en la llanura castellana.

A esta rememoración, Horacio Álvarez Hernández la rotuló así: 'Recuerdo de las personas fallecidas en Avedillo desde los años 40 hasta el 2001'. Comenzamos las cuartetas:

"Desde que yo fui chiquillo
tanta gente conocí
en mi pueblo, en Avedillo,
que quiero dejar aquí

constancia de aquellas gentes
que recuerdo con cariñño
y que cuando yo era niño
ellos estaban presentes.

Calle a calle, barrio a barrio
el pueblo recorreré,
y en ellas recordaré
a todo aquel vecindario.

Por mi calle empezar quiero,
mis vecinos más cercanos,
familia Pérez Herrero
a quien quise como hermanos.

Señor Sixto, Heraclio, Antonia,
ya siete vieron el fin,
siempre tengo en la memoria
a mi amigo Serafín.

Alejandro y Agustina
de mi padre eran parientes,
Consolación, madre y tía
del genial Manolo el 'Tente'.

La señora Vicentina,
Madre de José el 'Cenizo',
también la tía Celestina
y su marido, el tío 'Rizos'.

Otros que por santo y seña
un grato recuerdo guardo:
Ysabel y Amancio Peña,
también el señor Ricardo.

Con su cuñada y su esposa
fue gente con privilegio,
eran los padres de Sergio...
no me acuerdo de otra cosa.

También quiero recordar
a otra familia famosa,
cual fue el señor Baltasar
y Nieves que era su esposa.

En esta casa vivió
y de la misma familia,
don Emilio y Rosalia;
él, del pueblo fue doctor.

Dejo atrás a una niñina
que tuvo por nombre Elo;
perdón Manolo, Agustina:
que Dios la tenga en el cielo.

Ya metido en esta guisa
recuerdo con gran respeto,
al señor Manolo Prieto
y la señora Eloisa.

En esta calle adalid,
¡cuántas picias nos hacía!,
el famoso tío David
y la señora María.


(seguirá)

Relación cuarta (*) (1) (para Ángel Salgado) Corrida del Gallo de Santa Clara de Avedillo. Año 1945


 Con toda la urbanidad
que aprendí en la escuela un día
saludo a la vecindad
y a toda la jerarquía.

Gallo que en esa postura
tan ridículo te ves,
llorando por doña Inés
en su misma sepultura.

Vengan a darte consuelo
las gallinitas aquellas
por las que tuviste el duelo
con el capitán Centellas.

Fuiste altivo y galán,
poco noble y menos bravo,
presumías de sultán
y no eras mas que un esclavo.

Aunque eras gallo altanero
fuiste dado a murmurar,
y al balcón del carpintero
te subes para observar.

Así ver como desfilan
desde la fuente al trinquete,
y la madeja que hilan (sic)

Como a ti nada te exime,
sabes de un modo vanal
que en aquel barrio se imprime
la gaceta regional.

Y así no gastas porfía (sic)
con quien noticias abone,
pues la gaceta te impone
de las noticias del día.
que se iba por las lomas,
junto con otro danzante
a la caza de palomas.

Pues creo te vio Clemente
cuando de caza venías,
y luego pagó Vicente
la culpa que tu tenías.

Dices que tienes tal tino
para picar y escarbar,
que le vas a derribar
la era de Secundino.

Confiesa el mal que hayas hecho,
que en el patíbulo estás
y ya solo bajarás
hacia el panteón derecho.

Morirás sin compasión
aunque lloren tus gallinas
por tus condiciojnes finas
y tu seguro espolón.

Porque, eso sí aunque inhumano
una vez te vi retar
al gallo de Apolinar
con la pistola en la mano.

Y aunque él era de valor
ante ti se vio perdido,
y a tus pies quedó tendido
y le robaste su amor.

Mas yo que no soy cobarde
y soy igual tu enemigo,
te desafío esta tarde
a que te batas conmigo.

Tu sentencia está cumplida
que servirá de lección
y al acabar con tu vida
acaba mi relación.

Y termina la endiablada
cerrada por este pillo
que encarece una palmada
por los quintos de Avedillo.

(*) Poeta, bardo, vate o coplero: Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora)
(1) En esta relación se rompe el hilo de las estrofas de cuatro versos. Quizás falte algún verso.

Otro tipo de relación: las coplas del gallo de carnaval 2 (*) (1)



Atención que va la historia
a referirla me atrevo
del más desdichado gallo
que se ha corrido en el pueblo.

Nosotros nos presentamos
con mucha formalidad
para cantar estas coplas
el día de Carnaval.

Traemos gallo y gallina
armados en banderillas
venimos mozos y mozas
todos juntos en cuadrilla.

Si el gallo lleva listones
las doncellas los galones
si el gallo lleva corales
las doncellas los amores.

Por muchas voces que den
el zarragón no acobarda
que el que se deje acercar
ya le dará con la estaca.

Y el que entre por el gallo
lo que en limpio va a sacar
es un palo con la estaca
y no puede reclamar.

Este gallo pintirrojo
pintirrojo muy galán
le tengo cortar la cresta
y la tengo presentar

A Don Félix Covarrubias
mozo robusto y galán
por si acaso caigo malo
me vaya a visitar .

Y las señoras mujeres
que se sientan donde quieren
ajuntándose al sol
cuatro, cinco, seis o siete.

No dejan cura ni fraile
ni casado ni soltera
ni ermitaño ni ermitaña
porque todo lo dan vuelta.

Ya le han pinchado los ojos
y arman traición con él
ya le han vestido de gala
para mayor sentimiento.

Ya le ponen en la rueca
ya le ponen el mantón
y con atención le mira
el que va de zarragón.

Terrible modo de hablar
duro campo de pelea
al inocente sin culpa
en un alfanje la llevan.

Guarnecido de oro y plata
y para mayor afrenta
le van a entregar al duelo
sin ojos pa que no vea.

Si hubiera un embajador
que a su rey le diera cuenta
bajaría un águila real
cien mil avispas con ella.

Y cargarán con el gallo
y las damas que le llevan
ellas dejarán el gallo
y partirán de carrera.

Ven aquí gallo galán
me han dicho que eres putero
si no dices la verdad
la muerte te darán luego.

Quién te dijera a ti gallo
ayer tarde en el corral
tanto gozo con las damas
las querías afanar.

Pídelas perdón de veras
gallito de la mi alma
pídelas perdón de veras
que ellas serán tus contrarias.

Perdón ya las he pedido
no me quieren perdonar
por negocio cinco reales
de mí se quieren gozar.

Maldita sea mi ama
qué poca estima me tiene
por negocio cinco reales
en esta prisión me mete.

Si tu ama te ha vendido
será porque cantas mal.
Miente miente la mi ama
ella que se dormirá.

Si mi ama está dormida
cómo me ha de sentir cantar
sino que al amanecer
que la despierta el galán.

Y como sé que pronto
la muerte me vais a dar
para hacer mi testamento
a un notario hay que llamar.

En el nombre del Señor
empieza mi testamento
que se repartan mis bienes
como yo lo voy diciendo.

Encargo a todos los hombres
que por mí van a pelear
que no me tiren al suelo
porque me voy a manchar.

Las plumas de mi cuerpo
lo primero quitaréis
se las daréis a las mozas
que las suelen menester.

Pa que todos los Domingos
antes de salir al baile
que se limpien todo el polvo
que se les pega en las carnes.

Otras plumas pa las viejas
que las suelen menester
para que barran la artesa
cuando vayan a cocer.

La sangre dais a las mozas
las que tengan mal color
y se den de colorete
para enamorar mejor.

La cresta mando a los curas
que de mí coman también
coma el rey y la reina
y sus vasallos también.

El pico mando a las suegras
que le suelen emplear
para desollar al yerno
que no quiere trabajar.

Las tripas se las darán
a las suegras zalameras
para que hagan morcillas
y conviden a sus nueras.

El cuajo se lo daréis
al botero de este pueblo
para que me haga una bota
para celebrar mi intierro.

El corazón le darán
al cura de este lugar
para que rece por mí
el día de Carnaval.

Las uñas mando a los gatos
que las usan de continuo
y con ellas muchas veces
suelen rascar el tocino.

El cuerpo mando a los mozos
que de mí es el mejor
lo rellenen de chorizos
para que sepa mejor.

La declaración está hecha
y el cargo te dejo a ti
mando el pico a las mujeres
pa que se acuerden de mí.

Este gallo escarbador
que escarba trigo y cebada
ha de venir a morir
a la punta de esta espada

Este gallo escarbador
que escarba trigo y centeno
ha de venir a morir
a la punta de este acero.

Este gallo escarbador
que escarba trigo y avena
ha de venir a morir
a la punta de esta era.

Este gallo ya murió
como se ha de remediar
las mocitas de este pueblo
que lo vengan a pelar.

Pelarle mozas pelarle
tanto rancho le tenéis
pelarle mozas pelarle
pero no le cataréis.

Dale al diablo el tamboril
y el cojo a la su suegra
y la flauta a los mozos
que costó mucho el hacerla.

Al chirinchinchinchinchín
entre el pimiento y el ajo
con dos onzas de manteca
y un puchero zamorano.

Estas coplas se edifican
y se cantan en el pueblo
y el que las verificó
fue el mal pica del herrero.

Estas coplas se edifican
y se cantan en la villa
y el que las verificó
fue el mal pagado Golilla.

Las coplas han terminado
el pueblo a todos dedica
para que el próximo año
ninguno falte a la cita.

__________
(*)  Este es el texto más difundido de las coplas del Gallo de Carnaval, el que se canta actualmente.
(1) Tomada de: http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=1163

Otro tipo de relación: las coplas del gallo de carnaval 1 (*)


RELACION DE LAS COPLAS DEL GALLO DE CARNAVAL

El paso del tiempo se ha encargado de que existan, como ocurre con todos los campos de la tradición oral, distintas versiones de las coplas de la corrida del gallo. Incluimos junto a la partitura tomada del "Cancionero Popular de Castilla y León" (Dip. Provincial de Salamanca. Vol. II, Salamanca, 1989, págs. 183-185), dos versiones de las coplas.



Atención que va la historia
Y a referirla me atrevo
y el más desdichado gallo
que se ha corrido en el pueblo.

Ya le han pinchado los ojos
ya han arma(d)o traición con él
ya le han vestido de galas
pa(ra) que no haga sentimiento.

Terrible modo de amar
duro campo de pelea
que al inocente sin culpa
y en un alfanje le llevan.

Guarnecido de oro y plata
y para mayor afrenta
le quiere entregar al fuego
sin ojos pa(ra) que no vea.

Si hubiera un embajador
que a su rey le diera cuenta
bajara la águila real
cien mil aviespas con ella.

Y cargarán con el gallo
y las damas que le llevan
ellas dejarán al gallo
y partirán de carrera.

Traemos gallo y gallina
armados en banderillas
venimos mozos y mozas
todos juntos en cuadrilla.

Si el gallo lleva listones
las doncellitas amores
si el gallo lleva corales
las doncellitas galones.

Este gallo pintirrojo
pintirrojo y muy galán
le tengo cortar la cresta
y la tengo presentar.

A Don Félix Covarrubias
mozo rebusto y galán
para que si caigo malo
me arrecoja en l'hospital.

Quién te dijera a ti gallo
ayer tarde en el corral
tanto gozo con las damas
las querías afanar.

Pídelas perdón de veras
gallito de la mi alma
pídelas perdón de veras
que ellas serán tus contrarias.

Perdón ya las he pedido
no me quieren perdonar
por negocio cinco reales
de mí se quieren gozar.

Maldita sea mi ama
qué poca estima tié en mí
por negocio cinco reales
no canto el quiquiriquí.

Si tu ama te ha vendido
será porque cantas mal.
Miente miente la mi ama
ella que se dormirá.

Si mi ama está dormida
cómo (me) ha de sentir cantar
sino que al amanecer
que la despierta el galán.

Y las señoras mujeres
que se sienten donde quieran
en ajuntándose al sol
cuatro, cinco, media ocena.

No dejan cura ni fraile
ni casada ni soltera
ni ermitaño ni ermitaña
porque todo lo dan vuelta.

Ven acá gallo galán
me han dicho que eres putero
haz una declaración
porque vas a morir luego.

La declaración y está hecha
y el cargo te dejo a ti
mando el pico a las mujeres
pa(ra)que se alcuerden de mí.

Las plumas mando a las mozas
que las suelen menester
para que barran la artesa
cuando vayan a cocer.

Las uñas mando a los gatos
que las suelen de continuo
y con ellas muchas veces
suelen rapar el tocino.

Las tripas mando se guarden
que suelen ser estimadas
y se las den a las viejas
para que morcillas hagan.

La cresta mando a los curas
que de mí coman también
coma el rey y la reina
y sus vasallos también.

El cuerpo mando a los mozos
que de mí es lo mejor
lo rellenen de chorizos
para que sepa mejor.

Este gallo ya murió
como suele remediar
las mocitas de este pueblo
que le vengan a pelar.

Pelaile mozas pelaile
tanto rancho le tenéis
pelaile mozas peleaile
pero no le cataréis.

Dale el diablo al tamboril
al cojo y a la su suegra
que la flauta de los mozos
que costó mucho en hacerla.

Este gallo escarbador
que escarba trigo y centeno
y ha de venir a morir
a la punta de este acero.

Este gallo escarbador
que escarba trigo y cebada
ha de venir a morir
a la punta de esta espada.

Este gallo escarbador
que escarba trigo y avena
y ha de venir a morir
a la punta de esta era.

Estas coplas se edifican
y se cantan en el pueblo
y el que las edificó
fue el mal pega del herrero.

Estas coplas se edifican
y se cantan en la villa
y el que las edificó
fue el mal pega de bolilla.
___________
(*) Versión íntegra de la copia escrita por Cecilio y Cipriano Alonso Portal, nacidos en Mecerreyes los años 1879 y 1885 respectivamente, y recogida a Carmen Cuevas en Agosto de 1992.
(1) Tomada de:  http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=1163

Horacio Alvarez Hernández (*): Entre Avedillo y Asturias (sevillanas)


(*) Horacio Álvarez Hernández es un poeta, bardo, vate o coplero nacido en Santa Clara de Avedillo (Zamora) Decimos poeta, o bardo, o vate o coplero porque lo es. También tiene algo de griot o diula africano. Aunque no vive de la poesía, la siente. La lleva en las venas. Decimos que no vive de la poesía y es cierto. Ha sido jornalero primero. Antes se les llamaba, a los que tenían que ganarse el pan en casa ajena, criados. Pues bien, él fue criado en numerosas casas de labradores zamoranos. Aró, segó, cabó... Luego, huyendo del hambre (hambre se puede decir) de la posguerra se marchó a Gijón (Asturias). Pero nunca olvidó a su tierra 'natal', término que utilizó el poeta Aimé Cesaire en el título de su primer libro 'Cuaderno de un retorno al país natal'. Bien, sin comparar a Aimé Cesaire, el gran poeta martiniqués, con Horacio Álvarez Hernández, la muestra que les dejamos de éste, de Horacio Álvarez, si que tiene ramalazos de un retorno al pueblo natal, Santa Clara de Avedillo. Lo tituló 'Entre Avedillo y Asturias (Sevillanas). 

Leanlas:

"Santa Clara de Avedillo, 
¡cuánto me has hecho soñar! (bis)

Cuánto me has hecho soñar, 
con pena y con alegría, 
nunca te podré olvidar, 
hasta que ha llegado el día 
que he podido regresar.

En el corazón te llevó 
desde el día que partí. (bis)

Desde el día que partí, 
te llevo dentro del alma 
siempre me acordé de tí, 
y he perdido la calma 
hasta el día que volví.


Entre Avedillo y Asturias 
reparto mi corazón. (bis)

Reparto mi corazón 
y cuando subo el Pajares 
sin saber por qué razón, 
me olvido de aquellos lares 
porque vengo a mi Región.

Cuando ya lo he realizado 
tranquilo puedo morir. (bis)

Tranquilo puedo morir, 
en el lugar destinado, 
este ha sido mi sentir, 
y si bien lo habéis pasado
 lo podemos repetir.

Horacio Álvarez Hernández (2003)

Relación segunda (*) (1) (para F. Bailón) Santa Clara de Avedillo. Fiestas del Gallo, 1945

Gallo pariente del otro,
me han dicho que eres un cisma
y si me bajo del potro
te voy a romper la crisma.

Muy cerca del matadero
creo se asientan tus lares,
y haces de aquellos lugares
magnífico mentidero.

Eres galgo de palmito
y a la que quieres retozas,
y eres en cuestión de coplas
sucesor del tío Lobito.

Te internas mirando mucho,
sin duda te hicieron gracia
aquel corro de muchachas
que habita por el Corrucho.

Y en un rincón, a Cecilia,
divisas, ¡vaya elemento!,
sin moverse de la silla
hace de cuentos un ciento.

Los que luego desparrama
con tal viso de verdad,
que llena la vecindad
de falsa canela en rama.

Y al pasar por el salón
viste despacio y con tiento
al eterno Ayuntamiento
marcándose un rigodón.

Ni corto ni perezoso
montas la potra de Lorca,
y te vas mas orgulloso
que don Rodrigo en la horca.

Y así corriendo te alejas
poseído del demonio,
y en la calle Aurelio dejas
seis cartas 'pa' San Antonio.

Oye, ¿luego tú me dirás
de algún músico excelente
que habite en este lugar?
Lo hay muy diligente.

Esteban Pérez Ibarra,
que se duerme a mi entender,
como no tiene mujer,
abrazado a su guitarra.

A mi me estimas tan poco,
que cuando te da la gana
me dices que soy un loco
porque cardo bien la lana.

Mejor será como tú, ¡gandul!,
que ardiendo como una tea,
te pones rojo y azul
en cuanto una cacarea.

Pero basta ya de cuento:
Toda tu gloria de artista
y de nefasto coplista
se acabará en un momento.

Midamos ya nuestras armas,
pues ha llegado la hora.
Por la Juana y por la Flora,
Dios proteja nuestra alma.
___________
(*) Poeta, bardo, vate o coplero: Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora)
(1) Relación proporcionada por Angel Parriego y su esposa María Jesús

Mari de la Mano / Miguel Martín Velasco (*): Rimas

En un pueblo de Zamora
que se llama Pereruela
venden pucheros y hornos;
y también venden cazuelas
para comer sopas de ajo
que dicen están muy buenas.
*
Ya se acerca el verano;
el trigo empieza a dorar;
los segadores se aprestan
para las mieses segar.
*
Del trigo sale la harina,
de la harina sale el pan
para comer los humanos
que es manjar especial.
*
Un ramillete de flores
en una rama nació,
y los pájaros miraban
el brillo de su color.
*
Por montes y por valles,
por arboledas y arroyos,
nacieron unos claveles
que brillan como luceros.
__________
(*) Vecinos de Santa Clara de Avedillo (Zamora)



Faustino Parriego: El horizonte (*)

Ensancha Cuadrazal,
ensancha tu encinar
y  prolonga el monte;
que por mucho que lo hagas
lejos quedarás del horizonte.

Por mucho que te estires
nunca lo alcanzarás.
Pues siempre el horizonte
doquiera que tu lo mires
estará aun mas allá.

Mira, mira el Otero
ufano en su altura
mesura se procura
con juicio tan certero.

Y humilde en su arrogancia,
observando un lucero,
saca de su observancia
que siempre está del cielo
a la misma distancia.

___________
(*) Santa Clara de Avedillo (Zamora) 1964



Relación para la 'Corrida del Gallo' de Eutiquio Valdunciel (*)


1
Es costumbre lugareña
de tiempo largo y remoto,
nadie tal orgía ha roto,
aunque nada nuevo enseña,
vana alusión con que sueña
la juventud placentera,
humo de frágil quimera,
frenesí, total inquietud,
que no tiene más virtud
que el ser honrada y sincera.

2
Burda y fea a mi entender
por rutinaria y sobada,
la salutación usada
que yo no quisiera hacer.
Quizá, quizá estuve ayer
con muchos que aquí han venido.
¿Por qué andar con un cumplido
muy lejos de ser sincero?
Solo, solo al forastero
sea al pueblo bienvenido.

3
Peca de poco galante
quien quizá obrando con tino
sobre el sexo femenino
no habla nada en este instante.
Es el tema tan cargante
y tanto se ha dicho de él,
que, la verdad, tal papel
yo quisiera soslayar
y mucho más si al hablar
soy a lo que siento fiel.

4
Tal elogio en estos días
aunque a muchos les sea grato
yo lo creo un pugilato,
concurso de tonterías.
Sandeces, cursilerías
de tradiciones añejas.
Tal duelo de palabrejas
que suelen ser idioteces
sirven las más de las veces
para disgustos y quejas.

5
Además ¿Dónde basamos
nuestro cursi madrigal…?
Bellezas… Vano ideal,
casi creo nos mofamos
y me río cuando hablamos
de si hay o no simpatía.
La verdad en este día
sobre este asunto me callo
pues aunque mire solo hallo
tontería y tontería      

 (PAUSA LARGA)

Fiesta de gala elegante
que viene de tradición,
un gallo reo pendón
es el que paga al instante,
y no es con mala intención.

Está todo rebuscado
y yo no sé qué decir,
todo el tema está tocado.
Hoy algo nuevo he hallado
para este día cumplir

Le gusta mucho rondar,
preparar algarabía,
a las ventanas cantar
donde suele rebuznar.
Hace alguna picardía.

En las horas de recreo
siempre suele armar jaleo.
Tira tiestos y cacharros,
lo mismo vigas, que a carros,
a todo le da un meneo.

Le cogen en el garlito,
se pone el asunto malo.
En esto que entra Benito,
dice, por ese delito
nunca cogieron a Galo

Si hacer tanto se propasa
es muy justo y muy notorio
que ande metido en la masa.
Todo lo ha aprendido en casa
en libros que dejó Honorio.

Después de la acción maldita
todo queda ya arreglado
y mi padre ilusionado
manda que venga el Putita
para hacerse un buen peinado.

El peinador pone celo
y dice con mucho anhelo
¿Le peino la cresta de gallo?
¿Quiere a cola caballo?
Se adapta a todo su pelo.

Paseaba ante la gente
luciendo elegantemente
diez vigudis españoles
y catorce caracoles
repartidos por la frente.

Ahora el pollo presumido
ha dejado de cantar.
Porque el pelo lo ha perdido,
su cabeza es parecida
a bola de billar.
De todo lo que ha hecho en casa
varias veces se recuerda.
Esto no crean que es guasa,
perro que a la vera pasa,
le sacude con la izquierda.

Si le cogen de una pata
Ya saben, al fin y al cabo,
que nos da la serenata,
porque es segura la lata
que se ha de llevar al rabo.

Siempre pilla la ocasión
por carretera o camino,
pero ahora el fanfarrón
con tanta conversación
le tiene cansado Tino.

Ya no tiene que contar
más historias el pajarraco,
porque le van a matar,
no han dejado de llorar
los dos mellizos de Paco.

Yo no les quiero cansar
si alguna va a protestar
porque corta le parece
que aguarde a ver si me crece
y puede más gusto dar.

Hoy te ves en la cadena
cumpliendo una dura pena
por tus perversos instintos
este pelotón de quintos
ejecuta tu condena.

La sentencia está cumplida,
te llegó la ejecución.
A prepararse escuadrón (DESENVAINA)
acabemos con la vida
del miserable ladrón

En la casa mortuoria
después de ser pepitoria
se te harán los funerales,
y todos los comensales
rezarán en tu memoria.

José Antón (firma)

DEDICATORIA

Hacer todos buen papel
os lo desea el autor
que haya vino, buen licor,
y Dios nos dé parte en él.

Con más no quiero cansar
que alguno va a protestar,
porque corta le parece
más larga a mí se me ofrece
que puede perjudicar.

Yo sé de consejos buenos
que me supieron dictar,
no siempre gusta abarcar,
cuántos y cuántas con menos
se tienen que conformar.

(Guarrate, 11-1-1954.)

Poeta, bardo, vate o coplero: Wenefrido de Dios.
___________
(*) Tomada de: http://lenguajesculturales.wordpress.com/

miércoles, 20 de julio de 2011

Llamada a los internautas (*)

(*) Viendo que los pueblos de Castilla y otras zonas se están despoblando, es el momento de recoger las relaciones, coplas, canciones o poemillas que los campesinos han hecho a lo largo de los años. Si ustedes por ahí, vosotros por allá, y nosotros por acá conocemos ,conocéis alguna, por pequeña que sea, enviádmela que la publicaré en este blog. Eso sí, si tiene autor con su nombre y apellido o apellidos y si es posible fecha y población.

Y para dar ejemplo nosotros recordaremos aquí una coplilla anónima de Santa Clara de Avedillo que hacía alusión a un vecino del pueblo. Dice así:

¿Quién


que canta como un grillo


cuando hace las calores?


¡Flores! (1)

__________
(1) Flores era el nombre o apodo del vecino.  Un poemilla muy bien hilado, sonoro y rotundo. 

Faustino Parriego (*): Ser o No Ser

Busco el ser en mi ser y de mi huyo,
hundido en el vacío me deshago;
luego miro hacia arriba y me rehago,
porque Dios no me mengüe en lo que es suyo.

Es el alma en el cuerpo y no se toca,
en la acción o inacción hace o deshace.
Se llama voluntad cuando le place
y es resorte en el ser que a ser provoca.

Yo, buscando la forma me entretuve,
de hacer ser en el ser, que es lo mas cuerdo
y en tales conclusiones me mantuve;

que si no fui en mi ser, es que fui lerdo
y aquí viviendo, poca vida tuve,
si no vivo después de que esté muerto.

Santa Clara de Avedillo (Zamora), 1974


Palabras de antaño recordadas en las relaciones


A continuación, de rojo, las palabras que mencionadas en algunas relaciones (sobre todo en las de Wenefrido de Dios) se refieren en general a las labores e instrumentos del campo. Los no subrayadas no aparecen en el diccionario que hemos consultado.

Vilorta: f. Cada una de las abrazaderas de hierro que sujetan al timón la cama del arado. 
Barzón:
Dental: 1 m. Palo donde se encaja la reja del arado. 
Cama: En el arado, pieza encorvada de madera o de hierro en la cual encajan el dental, la reja, el timón y la esteva.
Orejero:
Gavilán:
Rejero: Persona que se dedica a construir o elaborar rejas o verjas.
Lagrimal:
Mancera: f. Pieza trasera del arado, sobre la que se apoya la mano
Ventriles: 1. m. Pieza de madera que equilibra la viga en los molinos de aceite. 2. Cuerdas o correas que sujetas en la viga del carro pasan por debajo del cuerpo de la caballeria poara sujetarse por los extremos en el yugo del carro.
Saquillo:
Terigüela:
Torillo:
Matabuey:
Llanadera:
Formón:
Batidera:
Trobejo:
Abrazadera: f. Pieza para asegurar alguna cosa, ciñéndola: abrazadera del fusil.
Barbada:
Argolla: f. Aro grueso, generalmente de hierro, que sirve para amarre o de asidero: amarró la cuerda de la barca a la argolla. 
Espernada: f. Parte final de una cadena, que suele tener el eslabón abierto con unas puntas para meterlo en la argolla que está fijada en un poste o en la pared.
Coyunda: f. Correa o soga con que se uncen los bueyes. 
Gamella:
1 f. Arco del yugo que se apoya en el cuello de bueyes, mulas, etc.: los animales de tiro cabecearon cuando les colocó la gamella. 
 2. Artesa que sirve para dar de comer y beber a los animales, para fregar, lavar y otros usos: las vacas abrevaron en la gamella.
Collarón:
Aguaderas: f. pl. Véase aguadero, ra. También se conoce como angarillas.
Baticola:
Albarda:
Antiojera: f. Cada una de las piezas que tapan lateralmente los ojos de una caballería para que no vea por los lados, sino de frente. Más en pl.: pusieron anteojeras a los caballos espantadizos. También se escribe antojera o anteojera.
Arrapea:
Apea:
Granzones:
Cebadera:
Alforja: f. Tira de tela fuerte que se dobla por los extremos formando dos bolsas grandes y cuadradas, que sirve para transportar una carga al hombro o a lomos de las caballerías. Más en pl.: alforjas del campesino, del caballo, de piel.
Frentera:
Mosquero:
Angarilla: Aguaderas
Aimón:
Tentemozo:
Vencejón:
Yugo: m. Instrumento de madera al cual se uncen por el cuello las mulas, los bueyes, etc., y en el que va sujeta la lanza del carro o el timón del arado: el agricultor puso el yugo a los bueyes. 
Sobeo: m. Correa fuerte y dura con que se ata al yugo la lanza del carro o el timón del arado: engrasaba el sobeo para que no se partiera.
Dentellón: m. Diente grande que suelen tener las cerraduras maestras. 
Zarzo: m. Tejido de varas, cañas, mimbres o juncos, que forma una superficie plana: pusieron un zarzo alrededor de la finca. 
Estacón:
Barchina:
Estornija: f. Anillo de hierro que se pone en el extremo del eje de los carruajes, para que no se salga la rueda: se rompió la estornija y volcó la carreta.
Voladera:
Buje: m. Pieza metálica que se coloca en ciertas piezas de maquinarias y ruedas de carruajes para protegerlas del roce interior del eje: repuso el buje gastado.
Pina: adj. Muy pendiente o muy derecho: la cuesta es muy pina.
Galga:  f. Palo grueso y largo, que se ata por sus extremos a la caja del carro para que sirva de freno. 
Telera: f. Cada uno de los dos maderos paralelos que forman las prensas de carpinteros, encuadernadores y otros artesanos (aunque la palabra citada en las relaciones se refiere a una parte del carro)
Trépalo:
Cambizo:
Trillo: m. Instrumento para trillar que consiste en un tablón con pedazos de pedernal o cuchillas de acero encajadas en una de sus caras: se ha hecho una mesa rústica con un viejo trillo. 
Bielda: f. Palo largo con dos palos atravesados y seis o siete puntas que forman con estos una rejilla, que se usa para recoger, cargar y encerrar la paja.
Tornadera:
Acarrear: tr. Transportar en carro o de otra manera: acarrear libros, maletas, paquetes, etc. 
Tornar: tr. Cambiar a una persona o cosa su naturaleza o su estado. También prnl.: su amor se tornó en odio. 
Abalear: 1 tr. AGRIC. Separar del grano ya aventado, con una escoba adecuada, los granzones y la paja gruesa: tardamos mucho tiempo en abalear bien el trigo.
Parva: f. Mies extendida en la era para trillarla: el campo estaba lleno de parva
Iscal:
Terreguero:
Bálago: m. Paja larga de los cereales después de quitarle el grano.
Muelo:
Rabero:
Medera:
Veras: f. Margen, orilla: están merendando en la vera del río. 
Solero:
Bieldo: m. Instrumento agrícola para aventar las mieses
Rasero: m. Palo cilíndrico que sirve para igualar las medidas de los áridos. 
Criba: f. Utensilio consistente en una lámina agujereada o una tela sujeta a un aro de madera, que se emplea para separar granos de distintos tamaños o cosas similares.
Azarandar: V. de zaranda: f. Criba, colador.
Alumbrar:
Liño: m. Línea de árboles u otras plantas: un liño de tomateras. También se conoce como lineo.
Cerradero:
Entrasliñar:
Manrada:
Bacillo:
Gaviar:
Mallojo:
Majuelo: m. Espino rosáceo de hojas cuneiformes y dentadas divididas en tres o cinco segmentos, flores blancas muy olorosas, y fruto rojo dulce y de un solo huesecillo redondeado.
Bimar: (suponemos que también binar)
1. tr. Arar por segunda vez las tierras de labor. 
 2. Hacer la segunda cava en las viñas. 
Cuébanos: (lo mismo con v) m. Cesto grande y hondo, más ancho arriba que abajo, que se emplea especialmente durante el tiempo de la vendimia.
Canasta: f. Cesto de mimbre, ancho de boca, que suele tener dos asas: la canasta de la ropa sucia. 
Pulla: f. Palabra o dicho con que se intenta indirectamente molestar o herir a alguien: no hicieron más que lanzarse pullas durante todo el debate.(No es en este sentido en el que va dirigido el significado de las relaciones)
Lagarada:
Babo:
Cangallo:
Agraz: m. Uva sin madurar y zumo que se obtiene de ella: con el agraz se prepara la agrazada. 
Pilo:
Lagareta:
Atestar:1 tr. Llenar de algo una cosa: la tienda estaba atestada de gente. Irreg. Se conj. como acertar, aunque es más frecuente su uso como reg.