lunes, 18 de julio de 2011

Miguel Martín Velasco / Mari de la Mano (1): El día de las Candelas (*)

Bendita seas, Señora,
por tu infinita bondad
porque pones con amor
sobre espina de dolor
rosas de conformidad.

Que triste es mi caminar,
llevo en mi pecho escondido
un gemido de pesar
y en mis labios un cantar
para esconder mi gemido.

Mi cantar, Señora mía,
es agua murmuradora,
de corriente mansa y grave,
que al murmurar no se sabe
si es que canta, o es que llora.

Y es que teniendo, Señora,
que el murmurar mi dolor
se abre a ti mi corazón
por rezarte cada día
oraciones con amor.

A ti, Santísima Virgen,
te canto con alegría,
con ilusión infinita
te cantamos cada día
esta canción tan bonita.

Por eso, Señora mía,
porque por amor me hieres,
no sé lo que yo haría
si cantarte con amor
o rezarte cada día.

A la Virgen de la Asunción
las mayordomas del pueblo
le cantan con devoción
y la atienden con amor
el día de las Candelas.

El día de las Candelas,
el día dos de febrero,
es fiesta tradicional,
las casadas no queremos
con la fiesta terminar.

Adios, Santísima Virgen,
nos despedimos de ti,
líbranos del enemigo,
guiános por buen camino
y acércanos hacia ti.

(*) Canción de texto escrito por ambos y puesta música y cantada por Mari de la Mano.
(1) Vecinos de Santa Clara de Avedillo (Zamora)

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