Para el de Angelita:
Angelita, no te asombres,
que los hombres en su celo,
bendigan al par tu nombre
y te digan cuando pasas
que eres un trozo de cielo
con dos luceros que abrasan.
(*) Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora) 1968
Y sepan cuantos escuchan De mis penas el relato, Que nunca peleo ni mato Sino por necesidá, Y que a tanta alversidá Sólo me arrojó el mal trato *** Y atiendan la relación que hace un gaucho perseguido, que padre y marido ha sido empeñoso y diligente, y sin embargo la gente lo tiene por un bandido. (José Hernández en Martín Fierro)
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