viernes, 5 de agosto de 2011

Faustino Parriego: (*): Consejo a los mayores




Mientras se ha de preparar
mi mujer saya y toquilla,
yo busco a quien arrendar
por tres meses la moquilla.

El invierno traicionero
se mete por el atajo
y nos va a costar trabajo
subir la cuesta de enero.

Ya empiezan a dar la matraca
los achises al compás,
con esputos sin parar
y la tos como carraca.

A los viejos voy a dar
un consejo muy loable,
que es facilmente aplicable
y lo pueden practicar.

Piensen que no es desatino
que al cuerpo, con averías,
hay que darle calorías
con inyecciones de vino.

Pues si tose a cada hora,
o si viene con catarro,
quédese cerca del jarro,
y verá como mejora.

Ahora, cuando el frío pega,
déjese en paz de jarabes:
arremeta al muslo de ave
y al tinto de su bodega.

Para el invierno pasar
arrimadito a la lumbre, 
eche al jarro medio azumbre
y no deje de soplar.


Mientras se ha de preparar
mi mujer saya y toquilla,
yo busco a quien arrendar
por tres meses la moquilla.


El invierno traicionero
se mete por el atajo
y nos va a costar trabajo
subir la cuesta de enero.


Ya empiezan a dar la matraca
los achises al compás,
con esputos sin parar
y la tos como carraca.


A los viejos voy a dar
un consejo muy loable,
que es facilmente aplicable
y lo pueden practicar.


Piensen que no es desatino
que al cuerpo, con averías,
hay que darle calorías
con inyecciones de vino.


Pues si tose a cada hora,
o si viene con catarro,
quédese cerca del jarro,
y verá como mejora.


Ahora, cuando el frío pega,
déjese en paz de jarabes:
arremeta al muslo de ave
y al tinto de su bodega.


Para el invierno pasar
arrimadito a la lumbre, 
eche al jarro medio azumbre
y no deje de soplar.


(*) Faustino Parriego, Santa Clara de Avedillo (Zamora), 1975

No hay comentarios:

Publicar un comentario